miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3864
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Manos negras detrás de la ola verde

*Por Jorge Joury.- Otros señalan que el cañoneo al peso está liderado por el instituto que comanda Steve Hanke, el economista estadounidense, profesor de la universidad Johns Hopkins y muy amigo del ex ministro Domingo Cavallo.


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Por:
Jorge Joury
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    El Banco Central de la República Argentina es un colador. A medida que ajusta más el cepo para evitar salida de reservas, la brecha cambiaria se consolida por encima del 100%, con la incertidumbre que eso conlleva, incluida la disparada del riesgo país. El dólar blue se muestra indomable y pone nervioso al mercado. En el cierre de la semana llegó a los $178. Hay muchas versiones que lo agitan. Se habla de desdoblamiento cambiario, megadevaluación, escasez de reservas en el Banco Central, desconfianza por disidencias en el Gobierno, la ausencia de un plan y  posibles cambios en el Gabinete, entre otras. 
    Un empresario platense de la construcción consultado por DIARIO FULL, reveló que "el lunes se viene una gran remarcación de precios" y aclaró que "las fábricas han parado las entregas y nos estamos quedando sin productos". La misma fuente aclaró que " nuestra moneda está por el piso" y puso como ejemplo que 6 dólares representan mil pesos.
    En el festival de rumores, hay economistas que levantan olas y comparan la brecha entre el dólar oficial y el paralelo con lo que sucedía en agosto de 1989, lo que pone en evidencia un ataque fuerte contra la moneda nacional. No es por emisión monetaria para financiar déficit fiscal (como aseguran los más ortodoxos) y tampoco por el exceso de liquidez.
    Otros señalan que el  cañoneo al peso está liderado por el instituto que comanda Steve Hanke, el economista estadounidense, profesor de la universidad Johns Hopkins y muy amigo del ex ministro Domingo Cavallo. Lo que se busca, según se comenta en la city porteña, es que Argentina mande al peso a cuarteles de invierno y lo deje en un museo. Apuntan a instalar la dolarización, dejando de lado la política monetaria y la soberanía que tenemos los argentinos.
    Los especialistas sostienen que si dejamos de lado la soberanía monetaria, esa emisión sería con dólares, y esa ganancia llamada “señoriaje” sería para Estados Unidos. Más allá de esto, que tiene carácter histórico, para poder obtener una dolarización deberíamos tener ajuste fiscal, y para eso incurrir en un ajuste de 5 puntos del PBI, equivalente a un billón de pesos, que pasarían a ser un billón de dólares y acarrearía una fuerte devaluación, además de licuar los depósitos en pesos.
    Lo más interesante es reemplazar todo el circulante, que sería 8 puntos del PBI, algo así como 6 billones de pesos que también requerirían una fuerte devaluación para poder reemplazarlos. Simplemente se traduce que un trabajador promedio, que en Estados Unidos gana 2.000 dólares, en una Argentina dolarizada ganaría 250 dólares. Eso es la dolarización.
    Para observar los efectos devastadores de la dolarización conviene recordar el final de la convertibilidad. Una economía dolarizada con bancos emitiendo dinero a través de la tasa de interés cuando se produzca una crisis que demande una emisión monetaria generaría una corrida tan grande como efecto estampida similar a la de 2001.
    Otras manos negras que se mueven detrás del dólar, ponen la lupa en los grandes fondos de inversión que se beneficiaron por las altas tasas de Mauricio Macri que quedaron atrapados y ahora están coordinando su salida con un golpe de mercado que lleva las brechas a niveles estratosféricos.
    La consultora Delphos Investment disparó que uno de los motivos de esta diferencia de casi el 120% entre el precio oficial e informal del dólar tiene que ver con una salida de fondos de inversión. "En el primer campo encontramos por ejemplo a los fondos globales que finalmente no tuvieron la salida prometida con bonos en dólares para retirar del mercado local los US$1.500 millones que todavía mantenían en bonos domésticos", agregó el informe.
    Esto viene a cuenta de la posibilidad que había anunciado el mismo Martín Guzmán en agosto de este año para darle salida a los inversores grandes que quedaron con bonos en pesos de la Argentina pero que querían irse. En ese momento, Guzmán avisó que le ofrecerá bonos en dólares (en tres distintas licitaciones) para que estos puedan salir vía el denominado contado con liquidación.
    La medida apuntaba, concretamente, a los fondos PIMCO y Templeton, que tendrían activos remanentes en pesos por el equivalente a 1.500 millones de dólares, desde 2018, cuando suscribieron la emisión de Bonos del Tesoro (Botes) y otros con vencimiento este año.
    Frente a este cuadro de situación que genera gran incertidumbre, el presidente Alberto Fernández empoderaría aún más al ministro de Economía Martín Guzmán, a quien se le dio el manejo de la Secretaría de Energía, clave para la Casa Blanca y el FMI porque por sus manos pasarán todas las medidas de Vaca Muerta en medio de la renegociación con el organismo multilateral de créditos.
    El rumor que circuló con fuerza en las últimas horas es que el Ministerio de Economía anunciará a partir del lunes nuevas medidas para intentar controlar un dólar financiero que el viernes cerró a 178 pesos. En esa dirección, Guzmán daría un golpe de timón  con nuevas disposiciones que cambiarán las restricciones que instrumentó el BCRA al mercado “Contado con Liqui”.
    El paquete ya estaría elaborado y el jueves lo trató el Banco Central en una caliente reunión de directorio. Las disposiciones que generó exclusivamente Guzmán implican deshacer el camino que dispuso hace unos meses el propio Miguel Pesce. El BCRA y la Comisión de Valores tomaron decisiones para restringir y controlar todas las operaciones en el mercado financiero para las empresas.
    Ahora Guzmán, con la venia  de Alberto Fernández, va a flexibilizar controles y propiciará ampliar las operaciones entre privados en el Contado Con Liqui.“Vamos a hacer todo lo contrario a lo que se venía haciendo hasta ahora”, añadió el ministro.
    Miguel Pesce fue notificado de la iniciativa, que apunta a rever decisiones que fracasaron y que el BCRA adoptó cuando comenzó la corrida y el billete apenas superaba los $100.
    Por lo pronto, Guzmán fue muy prolijo y lo puso en conocimiento de la misión del FMI, que se llevó una carpeta especialmente destinada a la recaudación, una obsesión del organismo.
     
    *Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.
     

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