Durante su extensa declaración ante la Justicia, la diputada Carolina Píparo dio numerosos
detalles de la trama que compone el caso y en uno de sus puntos salientes admitió que
luego del robo y tras haber salido a perseguir a quienes consideraban sus autores, "se
vieron acorralados".
Durante su testimonio Píparo dio su versión sobre varias
cuestiones que en su momento trascendieron oficialmente, entre ellas el monto de lo que le
robaron esa noche.
"Me gustaría saber de dónde salió que yo llevaba 20 mil pesos", dijo, y más adelante estimó
que la suma que portaba rondaba los 6 mil.
También sostuvo que puso las manos "como rogando" para que los malvivientes no se
llevaran, junto con sus pertenencias de valor material, un pañuelo blanco que había en la
mochila. Dijo que ese pañuelo se lo habían dado las enfermeras cuando estuvo internada
junto con su bebé Isidro y que se lo ponían al niño para sienta su olor.
"Por eso dije que si alguien encontraba algo más que por favor lo devuelva", señaló.
Durante un extenso relato lleno de detalles sobre la cena familiar del 25-24 en la casa que,
dijo, alquila por el verano en el country Grand Bell, Píparo sostuvo entre otros detalles
haber tenido "bronca" porque un miembro de su familia le había dicho que ya tenía
contratado un Uber para llevar a su suegro hasta La Plata pero "no había conseguido
nada". De esta forma, dijo, su marido se vio obligado a llevarlo y que ella lo acompañó
porque era una noche difícil.
Tras dar su versión sobre el robo, el choque y otros detalles de la persecución y la llegada a
Plaza Moreno. Píparo dijo que en el lugar estaba el secretario de Seguridad municipal,
Darío Ganduglia y el de Salud, Enrique Rifourcat, porque el funcionario Ganduglia le dijo
que "escuché por la radio del 911 que habían asaltado a Carolina Píparo en Plaza Moreno".