Justicia que da asco: el femicida de Rojas habría violado a una nena en Nueve de Julio, pero estaba libre y cobraba sueldo policial
Matías Martínez, el acusado de matar a la joven de Rojas, Úrsula Bahilo, tenía sobre si una denuncia por la violación de una menor de edad en la cercana ciudad de Nueve de Julio, donde la Policía bonaerense lo había trasladado luego de una serie de actos de indiscuplina y cargos por violencia de género.
La denuncia por la supuesta violación había sido hecha en junio de 2020 por una mujer que por ese tiempo había entablado una relación con Matías Martínez y dijo que éste había abusado de su sobrina, una menor discapacitada. La causa quedó radicada en la Fiscalía N° 2 de Mercedes y Martínez regresó a Rojas tras pedir una licencia psiquiátrica que le permitió no ser exonerado de la fuerza y poder seguir cobrando parte de su salario.
La causa por la denuncia de violación avanzó lentamente a causa de la pandemia y recién en diciembre de 2020 la niña logró declarar y contar el sometimiento sufrido a manos de Martínez, acusado por presunto abuso sexual agravado.
El fiscal Sebastián Villalba solicitó su detención el 7 de enero, un mes antes de que asesinara a Úrsula. Sin embargo, Facundo Guillermo Oliva, titular del Juzgado de Garantías N° 2 de Mercedes, estaba de vacaciones. El pedido de Villalba recayó en su reemplazo, Marcelo Enrique Romero, a cargo del Juzgado de Garantías N° 1, que se excusó de resolver el pedido de detención por encontrarse en feria judicial y no haber sido él el magistrado natural de la causa. Pero los pedidos no terminaron ahí: finalizada la la feria judicial, Villalba reiteró el pedido de detención. Martínez tuvo otra oportunidad para terminar en la cárcel y de esa manera, podría haberse evitado el femicidio. Esa solicitud nunca se resolvió: cuatro días después, el agente de la Bonaerense mató a Úrsula Bahillo de al menos 15 puñaladas y después intentó quitarse la vida.