viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3866
Diario Full » POLITICA y POLITICOS

Lanzamiento del año electoral con juicio a Macri por la deuda y palos a la Justicia

*Por Jorge Joury.- Salió con los tapones de punta contra la oposición, cuando habló sobre el endeudamiento del país y apuntó duramente contra la gestión de Mauricio Macri. señalando que impulsará una querella criminal contra el ex mandatario por endeudar al país.


TAGS: JOURY
Por:
Jorge Joury

 

En un discurso cargado de críticas y especialmente hacia Juntos por el Cambio, el presidente de la Nación puso en marcha el año electoral. Salió con los tapones de punta contra la oposición, cuando habló sobre el endeudamiento del país y apuntó duramente contra la gestión de Mauricio Macri. señalando que impulsará una querella criminal contra el ex mandatario por endeudar al país. En dos horas de discurso, también repartió palos para la Justicia y los banderazos de la oposición."Debíamos enfrentar el incencio sabíendo que otros habían terminado con el agua". "Desde el primer día tomamos decisiones y enfrentamos críticas. Cualquier razón era buena para enfrentar banderazos". "Si se cometen errores, este gobierno va a reconocerlos, pero la pirotecnia verbal sólo aturde", disparó.
Al abrir las sesiones ordinarias del Congreso ante la Asamblea Legislativa, y como se esperaba, el presidente Alberto Fernández tuvo un capítulo especial contra la Justicia. Fue punzante para señalar que está "en crisis", que es el único poder que vive "en los márgenes del sistema republicano" y mandó el estilete a fondo cuando entendió que los jueces "tienen privilegios" que nadie más tiene, como no pagar el impuesto a las ganancias y mantener en secreto sus patrimonios.Además cuestionó a la Corte Suprema, cuyos miembros estaban presentes vía zoom en una pantalla, donde estaban reunidos los cinco jueces en una sala del Palacio de Tribunales.
El jefe de Estado, usó una de cal y una de arena, cuando anunció que enviará este año al Congreso una batería de proyectos de ley para "crear un tribunal intermedio de arbitrariedad" que falle antes que la Corte, otro que reglamente el funcionamiento del máximo tribunal, una reforma del Consejo de la Magistratura para despolitizarlo y otro que disponga la realización de juicios por jurados populares para los delitos federales. Señaló con contundencia que, a su parecer, es el camino para devolver credibilidad al Poder Judicial.
Uno de los tramos que paralizó a la sala fue cuando criticó con dureza que el fiscal Carlos Stornelli siga en su cargo a pesar de estar procesado en una causa en la justicia federal de Dolores por supuesto espionaje ilegal. Stornelli está procesado y acusado de pedir datos sobre quien fuera la pareja de su exmujer y de haber pedido realizar una cámara oculta a un abogado.
Fernández dijo que a Stornelli no se le aplica la doctrina que esbozó el juez Martín Irurzun de dictar la prisión preventiva ante el poder residual que pudiera tener como funcionario. "Es cierto. Su poder no es residual. Está vigente", dijo.
Hay que señalar, que Stornelli fue el fiscal que llevó adelante la investigación por los cuadernos de las coimas, que recopilaron decenas de testimonios de empresarios que reconocieron haber pagado sobornos al kirchnerismo para quedarse con negocios de obras públicas.
También AF pegó al manifestar que el presidente de la Casación, Gustavo Hornos, hubiera visitado al ex presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada, antes de dictar fallos adversos al kirchnerismo. Dijo que solo un juez de la Casación se alzó contra esas visitas para pedirle explicaciones. En rigor fueron cuatro jueces los que le reclamaron explicaciones al juez Hornos.
"Terminemos con las condenas o absoluciones en función de una preferencia o presión de factores de poder", reclamó al igual que con "la dilación de causas en función de conductas extorsivas".
Fernández también le pegó por debajo de la línea de flotación a la Justicia cuando cuando encaró el tema de la violencia de género. Dijo que la Justicia dio una "respuesta deficitaria" ante estos casos y reclamó una profunda reforma judicial.
Reconoció además que con la intervención de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y la prohibición de que agentes de inteligencia intervengan en causas judiciales "no alcanzó" para solucionar estos problemas.
"El Poder Judicial de la Nación está en crisis. Es el único poder que parece vivir en las márgenes del sistema republicano. Sus miembros, jueces, fiscales, defensores y demás funcionarios disfrutan de privilegios de los que no gozan ningún miembro de la sociedad", indicó.
Sostuvo que ningún miembro del Poder Judicial paga impuesto a las ganancias y que es una tarea casi imposible acceder a la declaración jurada de bienes de un miembro de la Corte Suprema. Y que por la "relación corporativa" que vincula a los jueces del máximo tribunal "ha permitido que muchos de ellos permanezcan en sus cargos más allá del tope de edad que la Constitución impone".
Los observadores entienden que en este caso los dardos apuntan hacia a la jueza Helena Highton de Nolasco que obtuvo un fallo que le permite seguir en el máximo tribunal a pesar de tener más de 75 años.
Dijo que, ante la causa de espionaje ilegal contra políticos y periodistas, de la que la propia Cristina Kirchner fue víctima, "todo se sabe y todo sigue transcurriendo como si nada pasara".
Insistió con sus críticas a la Corte por haber abierto el per saltum en beneficio de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, cuyos traslados estaba muy cuestionado.
Entre otras cosas, además puso en duda las declaraciones de los arrepentidos que declararon en los casos de corrupción contra el kirchnerismo "bien pagos con fiscales y jueces que los avalaron". Allí están Leonardo Fariña, clave en la condena contra Lázaro Báez y eventualmente en el juicio contra Cristina Kirchner y contra Alejandro Vandenbroele, un jugador clave en la condena de Amado Boudou en el caso Ciccone, cuando se asumió como su testaferro.
Aceleró todo lo que pudo en el momento en que le pidió al Congreso que "asuma su rol de control cruzado sobre el Poder Judicial" para "ver lo que ha ocurrido y ver lo que está ocurriendo en la administración de justicia de nuestra república".
"Sufrimos la discrecionalidad de los jueces expresada en demoras inadmisibles de procesos judiciales que afianzan el clima de impunidad. Padecemos la manipulación de decisiones jurisdiccionales en función de intereses económicos o partidarios que conducen a medir los hechos con distintas varas", dijo,
Fernández puso sobre la mesa su batería de medidas para intervenir en la administración del Poder Judicial. En ese marco anticipó un proyecto para reglamentar el recurso extraordinario ante la Corte y establecer cuáles son las competencias del máximo tribunal "en la revisión de la constitucionalidad de las normas aplicadas en sentencias".
Propuso determinar la "arbitrariedad" de las sentencias "para acabar con la discrecionalidad que hoy se observa" al rechazar determinados recursos y legislar sobre la facultad que tiene la Corte de rechazar sin más trámite los casos que se le presentan (artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial)
También anunció un proyecto de ley para reformar el Consejo de la Magistratura para que sus integrantes actúan "sin favores a devolver y sin la contaminación con los poderes corporativos o políticos".
Anunció que enviará una ley para crear con el apoyo de los gobernadores, un "Tribunal Federal de Garantías" que tendrá competencia en cuestiones de arbitrariedad y al que se podrá llegar por vía del recurso extraordinario. "De ese modo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación podría circunscribir su competencia a aquella temática que la Constitución Nacional expresamente le ha dado". Es decir, se evitaría su intervención. Además, dijo que iba a aplicar el juicio por jurados populares.
Una de las notas de color, fueron los diferentes gestos de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien se presentó en el recinto sin barbijo y fue criticada por el diputado Fernando Iglesias quien ya había hecho un comentario en voz alta. "Cumplí la ley, ponete el barbijo", dijo dirigiéndose a Cristina.
Pero la historia continuó y minutos después de que el Presidente hablaba sobre la deuda externa, se escuchó al diputado Fernado Iglesias gritar algo que no llegó a oírse con claridad.
"Es voluntad terminante e imperiosa que afirmemos el compromiso de no permitir nunca más que se genere un endeudamiento asfixiante a partir de la toma de créditos irresponsables", terminó de leer el presidente y miró a su izquierda para contestarle a Iglesias. "Tuvo cuatro años para hablar. ¿Por qué no me deja hablar a mí, por favor?", dijo visiblemente molesto en medio de aplausos.
En ese instante, la vicepresidenta le tocó el brazo al jefe de Estado, con su mano derecha como para tranquilizarlo y sonrió levemente.
Otro de los gestos esgrimidos por Cristina fue cuando el Presidente habló de "errores" en la campaña de vacunación, haciendo referencia al escándalo de las Vacunas VIP que se administró a políticos, sus amigos y familiares cuando la prioridad es que el personal de salud reciba esas dosis.
"Cuando se dijo que esas reglas habían sido transgredidas, me he encargado de recabar la información pertinente y aún cuando en lo personal me provocaran mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían", dijo el mandatario. Tras esas palabras, estalló un aplauso y la vicepresidenta asintió como aprobando y sonrió hacia las bancas. Sin embargo, las explicaciones del Presidente no alcanzaron. El vacunatorio vip seguirá siendo una deuda pendiente, una mancha en medio de la escasez de vacunas y casi 52 mil muertos cuyas familias no pudieron despedir.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias

VIDEOS