Ya hay señales que la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, calienta motores y pule detalles de su regreso a la escena pública en la antesala de las elecciones legislativas a través de un libro que saldrá en abril, detrás del de Mauricio Macri.
Algunos sostienen que si Vidal no juega en el territorio que gobernó hasta 2019 será más difícil ordenar la interna del PRO bonaerense, que ahora suma una nueva adyacencia, con el lanzamiento de "Peronismo Republicano", el nuevo espacio liderado por Miguel Pichetto y el ex ministro provincial Joaquín de la Torre. No todos creen que serán una pata peronista del PRO. En la misma fuerza arriesgan que podrían construir un puente con otros referentes del pejotismo, como el ex gobernador salteño Juan Manuel Urtubey y el exministro de CFK Florencio Randazzo, que mantiene una estrecha comunicación con Monzó y Frigerio.
El retorno de Vidal es adquirir centralidad sobre su libro, titulado "Mi camino", donde desarrolla en primera persona el recorrido que tuvo hasta el momento en la política, poniendo énfasis en su experiencia al frente de la gobernación bonaerense.
En su entorno comentan que la definición sobre si será candidata o no de Juntos por el Cambios, será más cercana al cierre de listas. El libro, es un poco la excusa para volver a dar entrevistas y adquirir mayor protagonismo luego de un largo período de silencio.
El libro llegará a las librerías en abril, con el sello de la editorial Penguin Random House, la misma que en 2019 publicó "Sinceramente" de Cristina Kirchner, donde las presentaciones itinerantes se convirtieron en actos de campaña.
Los allegados a la ex gobernadora, señalaron que hará medios y algunas recorridas por el interior del país.
Si bien es cierto que el contenido del libro es un misterio, se sabe que existe una autocrítica y expresiones sobre su intención de llevar adelante un plan nacional.
Fuera de la agenda mediática, la ex mandataria viene sosteniendo reuniones constantes -combinadas entre virtuales y presenciales- con dirigentes opositores. El armado que todavía sostiene no resigna la opción presidencial 2023. Actualmente, para esa instancia, en el PRO asoman tres caminos: Vidal, el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y la presidenta del partido, Patricia Bullrich. También se habla de una fórmula combinada entre Larreta y Vidal.
Actualmente, Vidal baraja tres opciones: ser candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, misma opción por la Ciudad o directamente no ser de la partida electoral de medio término. “A ella le interesa la cuestión ejecutiva más que legislativa, pero si al espacio le sirve para tener caudal electoral se evaluará”, explican sus primeras espadas. Cuentan también que la pandemia le estiró los tiempos para el regreso a la escena pública, aunque políticamente siempre estuvo activa. “En todo este tiempo tuvo más reuniones de rosca que cuando era gobernadora”, aseguran.
Con el gobernador Axel Kicillof existe una relación de respeto y cada tanto ambos cruzan mensajes. El mandatario le deseó una pronta recuperación cuando se contagió de coronavirus, mientras que Vidal dio el aval de acompañar algunas leyes estructurales como el Presupuesto y la ley fiscal 2021. Por fuera de las declaraciones estridentes, el diálogo es discontinuo pero formal.
Vidal durante la cuarentena colaboró con algunas ONG, junto a sus hijos cocina una vez por semana para algún comedor y se mantiene activa.
La publicación del libro "Primer tiempo", del ex presidente Mauricio Macri que ya se empezó a vender por Mercado Libre, también le alteró los planes para su regreso público. Prefiere esperar que pase el efecto del libro y después salir con el suyo a sembrar mediáticamente.
También ha puesto la lupa en lo que sucederá con la interna de la UCR bonaerense, que el próximo 21 elegirá autoridades.
Como se sabe, la conducción se la disputan el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que cuenta con el aval de Martín Lousteau y el diputado provincial y presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados bonaerense, Maxi Abad. Este último tiene el respaldo del presidente de la UCR a nivel nacional, Alfredo Cornejo. Para los planes de la ex mandataria sería más amable que la compulsa en el partido centenario quede en manos de Abad. Otro dato a tener en cuenta, es que retomó las conversaciones con el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, quien fuera durante su campaña electoral 2015 uno de los principales armadores que tuvo en el interior bonaerense.
Hay que señalar que el dato es relevante, ya que luego del cierre de listas, donde prácticamente no hubo lugar para el espacio de Monzó dentro de la provincia de Buenos Aires, la relación se había quebrado. Ahora Monzó también busca construir su espacio dentro de una oposición peronista no kirchnerista y ya trabaja para ello. Son las palomas dentro de Juntos por el Cambio.
Mientras los intendentes bonaerenses del PRO avanzan también con darle volumen a un armado bautizado como el Grupo Dorrego, Vidal sostuvo el contacto con los alcaldes. Los intendentes no la desechan y esperan que sea candidata en 2021.
El riesgo a una performance electoral no deseada para estas elecciones y frente a un peronismo unido siembran un manto de incertidumbre sobre las decisiones de Vidal. Bullrich dijo semanas atrás en declaraciones televisivas que la ex mandataria era “una interrogante”. Todo indica que Vidal esperará a la salida de su libro para ver cómo se presenta el escenario.
La derrota electoral de 2019 desdibujó los principales liderazgos en Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires, puso en tensión a las bases que reportaban a distintos partidos y abrió frentes de batallas. De esta manera, la pirámide de mando se horizontalizó y nuevos actores se sentaron a la mesa de decisiones. Hoy, toda esa dirigencia trabaja a full para influir en la conformación de las listas para las elecciones en las que se ponen en juego 46 bancas de la Cámara de Diputados y 26 del Senado, sea con el peso territorial de sus distritos.
Mientras buena parte del PRO espera la definición de Vidal sobre si se presentará como candidata este año y en qué distrito, Patricia Bullrich, exige "determinación" para enfrentar al kirchnerismo, al que no vacila en vincular con el chavismo.
A Bullrich por su estilo se posiciona entre los halcones. No le gustó que Vidal bajara el perfil desde su salida de la gobernación y exige actitudes más confrontativas con el Gobierno.
La ex ministra de Seguridad sostiene que en la provincia tiene que haber un candidato que no pertenezca al "ala moderada" y presente batalla con más actitud confrontativa. Desconfía de un sector del PRO, al que cree que busca hacer un peronismo amigable con el Gobierno. Y en ese grupo apunta a algunos colaboradores de Horacio Rodríguez Larreta y Vidal.
La jefa del partido levanta su perfil, sondea a liberales y se acerca a empresarios para cimentar su proyecto presidencial. La ex gobernadora piensa en lo mismo. La moneda está en el aire.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP.