Ante la inminencia de las elecciones donde se define el futuro del país, la provincia y la ciudad y entendiendo que uno de los valores que hemos defendido, quizá el más importante, es la coherencia, tanto en la acción como en la palabra, es que hemos decidido en la ciudad acompañar la candidatura a Intendente de Gastón Crespo.

 Decimos coherencia, porqué estamos convencidos que el campo progresista no se siembra tejiendo alianzas en nuestra ciudad con quienes han sido parte del cogobierno en los últimos 25 años de La Plata; máxime después de la trágica inundación que padeció la ciudad con un número aún indeterminado de víctimas fatales. En esos momentos pudimos trabajar codo a codo con el Frente Amplio Progresista; tanto el GEN, como el Socialismo y Libres del Sur tuvieron una actitud decidida para hallar la verdad mientras que otros que repentinamente “recuerdan” que son opositores en esos momentos eran parte de la red de protección del intendente Bruera.

 En nuestro caso, fuimos la primera fuerza política que denunció penalmente al Intendente por estrago doloso, mientras otros miembros de la CC-ARI tomaban el té en Buenos Aires y que hoy llevan a la Dra. Elisa Carrió a fotografiarse con dirigentes duhaldistas ahora devenidos en “alternativa” política.

 Somos muchos los militantes de la CC-ARI que no nos sentimos representados con este acuerdo y menos con quienes hoy aparecen como “referentes” locales y son apenas delegados de estrategias que se resuelven en Buenos Aires ignorando lo que ocurre en nuestra ciudad. 

Estas consideraciones corren también para el acuerdo nacional; aliarse con quienes han sido objeto de nuestras críticas aparece como un dislate total.

 Hace dos años tomamos una decisión que entendíamos acertada y fue la de participar junto al FAP en las elecciones y esa decisión la ratificamos hoy.

 Mal podemos hablar de República si no damos democracia interna, si se mantiene una tónica expulsiva y cerrada al diálogo, al debate y al sano disenso. 

Si la pregunta es, si nos alejamos del partido, la respuesta es que han sido otros quienes han partido al conservadurismo, a la política de escritorio y totalmente de espaldas a la militancia y a la sociedad.