"Hasta Shakespeare se hubiese dado cuenta", bromea el interlocutor radical mientras llama al mozo.

El hombre desarrolla su teoría respecto de lo que considera "el regalo" que la UCR le hizo o que podría hacerle, al Frente para la Victoria; nada menos que la intendencia.

Si el radicalismo platense hubiese logrado armar una lista que sintetizara las propuestas de Claudio Pèrez Irigoyen y Sergio Panella, es problable que hubiese logrado alrededor de 76.000 votos, esto es poco más del 20% de los votos.

En el actual escenario, los radicales de La Plata hubiesen, en lo inmediato, derrotado a Julio Garro que alcanzó 48.000 votos y en consecuencia se hubiesen posicionado con inmejorables chanches de cara a octubre, con una proyección cercana al 33%.

Con esos números, el Frente para la Victoria hubiese tenido un duro adversario en la general de octubre, tanto, que algunos observadores se animan a proyectar que le hubiese sido muy difícil mantener la intendencia.

En las mesas de café, en las sobremesas donde se habla de política, no pocos se preguntan por estas horas: ¿por qué el radicalismo platense en Cambiemos no se unió?. Hay tantas respuestas como lecturas. "Piensa mal y acertarás", dice un viejo adagio y quien lo pronuncia apunta a los sectores que más se empecinaron en mantener la división, como el de Sergio Panella.

"Pidió cosas que cualquiera se daba cuenta que eran para que le dijeramos que no", deslizó una fuente radical.

Algunos analistas indican que Panella tuvo la llave de esa unidad, pero que no quiso accionarla en favor de un proyecto que podría haber posicionado a una de las figuras màs prestigiosas del radicalismo platense: el médico Claudio Pérez Irigoyen.

Pérez Irigoyen fue, en esta elección, uno de los ganadores aunque los números digan que quedó tercero en la compulsa con Garro y Panella.

¿De dónde se sostiene esa afirmación?.

Pues Pérez Irigoyen se presentó como candidato después de 30 años de no hacer política en la Ciudad y sacó más de 35.000 votos.

Para instalarse, no contó con el padrinazgo de ningún gran medio de comunicación ni con un presupuesto para publicidad que le permitiese manejarse con holgura.

"Contábamos las monedas para pagarle al que nos hizo los banner", contó un militante.

Para evitar que por las noches le destrozaran los banners, ideó un sistema que luego le copiarían los adherentes a Aníbal Fernández: los balcones militantes. Un sistema por el que los vecinos dispuestos a votarlo se comprometieron a poner su "cara" en los balcones. Inesperadamente, de un día para el otro florecieron los balcones del "tordo", hecho que algunos quizá no notaron por esa costumbre de mirar la realidad, siempre, al rastrón.

Sin medios, sin el apoyo de la dirigencia radical, sin amigos en algunos estamentos de poder que le permitieran defender las boletas y los votos el médico que todos saludaban en la calle hizo una verdadera patriada y puso en evidencia que si el radicalismo platense hubiese querido, pues tambièn hubiese podido.

Por estas horas, soportando el peso de una nueva derrota (ya perdió la interna partidaria y las Paso de 2013) Panella dispara contra el ganador de la compulsa en Cambiemos, Julio Garro. Lo acusa, según se lo ha escuchado en un reportaje que concedió a la radio 221 decir que "Garro es el riva que eligió Bruera" y desliza que el macrista pudo haber sido funcional al bruerismo.

"Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces", tiró sobre la mesa un viejo militante radical. El hombre pagó los cafés y se fue silbando bajo la lluvia.