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Con precios galopantes, las paritarias pintan explosivas
Por Jorge Joury
En los gremios existe bronca contenida por la avalancha de precios que castiga al bolsillo popular en vísperas de las fiestas de fin de año. "Los empresarios ya hicieron colchón y ahora van por más. Creen que nos vamos a bajar los pantalones. Pero se equivocan. Las paritarias serán las mas duras de la historia", preanuncian a la manera de advertencia los popes de las tres CGT. En el Gobierno están preocupados por el desmadre en las góndolas y por una encuesta que se conoció el último fin de semana, que da cuenta que el 80% de los industriales trasladará en forma parcial o total el aumento del dólar a los precios de sus productos.
DEVALUACION NO ASUMIDA
La compulsa se realizó entre 90 gerentes generales que integran la organización Vistage, nacida en Estados Unidos y presente en nuestro país hace 15 años. De concretarse esta movida, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay vería naufragar su hipótesis de que “la devaluación está asumida” por la sociedad mucho más que otras veces en la historia.
El presidente Mauricio Macri, advertido por sus técnicos de cómo viene la mano, desempolvó una vieja receta y amenazó a los industriales: "En caso de que no veamos un acompañamiento en la medida que necesitamos los argentinos para recorrer esta transición, recurriremos a abrir la importación de productos".
Los empresarios no se inmutan. Saben que el mensaje presidencial está más dirigido a la tribuna política. Entienden que el jefe del Ejecutivo necesita mostrarse duro ante los reclamos que enfrenta por el impacto de la devaluación en las canastas de consumo. Pero al mismo tiempo aún tienen un margen de duda sobre qué grado de heterodoxia está dispuesto a asumir el macrismo en defensa de su plan y para sostener la prolongación de la luna de miel.
Los empresarios no se inmutan. Saben que el mensaje presidencial está más dirigido a la tribuna política. Entienden que el jefe del Ejecutivo necesita mostrarse duro ante los reclamos que enfrenta por el impacto de la devaluación en las canastas de consumo. Pero al mismo tiempo aún tienen un margen de duda sobre qué grado de heterodoxia está dispuesto a asumir el macrismo en defensa de su plan y para sostener la prolongación de la luna de miel.
CON PINTURA DE GUERRA
En el frente gremial no se conforman con retóricas, ni parches. Están dispuestos, si es necesario, a pintarse la cara para no sacrificar salarios. Observan un escenario de conflictividad en el corto plazo. El Presidente concedió la baja del impuesto a las ganancias para el aguinaldo, un gesto que solo llega a unos de 300 mil trabajadores. A las centrales sindicales no les alcanza. Por eso piden un bono de $ 1.500 para fin de año y solicitaron una audiencia con Macri, aunque se los notificó que serán recibidos por ministros del área.
En el ámbito privado, Moyano, que consiguió un bono para los camioneros que va de 5.200 a los 12 mil pesos pagadero en cuatro cuotas, aspira a sugerirle al Presidente algunas propuestas y pedirle precisiones sobre el acuerdo de precios y salarios al que convocaría el Gobierno para mediados de enero.
Desde el Gobierno pusieron en claro que los números no cierran para otorgar una suma extraordinaria. Como los empleados públicos son alrededor de 500 mil, el costo para el Tesoro sería de $ 1.500 millones.Lo consideran una suma impagable. Hacienda debe girar fondos para las provincias en emergencia. En el caso de Buenos Aires, ya transfirió $ 4500 millones para que María Eugenia Vidal cubra el rojo que le dejó Scioli.
En el ámbito privado, Moyano, que consiguió un bono para los camioneros que va de 5.200 a los 12 mil pesos pagadero en cuatro cuotas, aspira a sugerirle al Presidente algunas propuestas y pedirle precisiones sobre el acuerdo de precios y salarios al que convocaría el Gobierno para mediados de enero.
Desde el Gobierno pusieron en claro que los números no cierran para otorgar una suma extraordinaria. Como los empleados públicos son alrededor de 500 mil, el costo para el Tesoro sería de $ 1.500 millones.Lo consideran una suma impagable. Hacienda debe girar fondos para las provincias en emergencia. En el caso de Buenos Aires, ya transfirió $ 4500 millones para que María Eugenia Vidal cubra el rojo que le dejó Scioli.
Por estas horas, la gobernadora también tiene el aliento en la nuca de gremios como UPCN, pero en dirección con el pensamiento de la Casa Rosada, negó de plano la posibilidad de otorgar un suplemento como el que se reclama.
El líder de los estatales Carlos Quintana, sugirió que se otorgue un “anticipo” durante enero y febrero “a cuenta” de lo que se resuelva en las negociaciones paritarias que comenzarán en el segundo mes del año.
El líder de los estatales Carlos Quintana, sugirió que se otorgue un “anticipo” durante enero y febrero “a cuenta” de lo que se resuelva en las negociaciones paritarias que comenzarán en el segundo mes del año.
ENERO Y FEBRERO
“No podemos hacer futurología, entendemos que tenemos que dar una respuesta paritaria a partir del primero de enero.Hablando con el Ministro de Trabajo planteé que nos sentemos a conversar de un porcentaje de anticipo de paritarias para enero y febrero”, relató en la ocasión.
La idea, explicó, sería que la medida brinde tranquilidad a la espera de Febrero, “cuando ya podamos tener la situación más en claro –y ellos también, que recién están sentándose en los lugares del gobierno- y ahí discutir la paritaria anual”.
Otro tema que inquieta es la canasta básica de los mayores o jubilados, que ya vale $ 8.940, según los cálculos de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires al 15 de diciembre pasado, antes de la devaluación del peso. En base a esos valores, el titular de la Defensoría Eugenio Semino reclama un bono de fin de año de cinco mil pesos y rechazó los 400 que anunció Macri.
La idea, explicó, sería que la medida brinde tranquilidad a la espera de Febrero, “cuando ya podamos tener la situación más en claro –y ellos también, que recién están sentándose en los lugares del gobierno- y ahí discutir la paritaria anual”.
Otro tema que inquieta es la canasta básica de los mayores o jubilados, que ya vale $ 8.940, según los cálculos de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires al 15 de diciembre pasado, antes de la devaluación del peso. En base a esos valores, el titular de la Defensoría Eugenio Semino reclama un bono de fin de año de cinco mil pesos y rechazó los 400 que anunció Macri.
LA FORTALEZA DE LA UNIDAD GREMIAL
La presión sindical viene traccionada sobre todo por la aceleración del proceso de reunificación de la CGT. Lo adelantamos en su momento de manera exclusiva desde esta columna. No es ni más ni menos, que la herramienta política sobre la cual la dirigencia pretende fortalecerse para enfrentar cualquier medida oficial que, según su opinión, implique un ajuste sobre los ingresos de los trabajadores. Las tres versiones de la CGT ya acordaron avanzar hacia un modelo de centrál única entre enero y febrero. En La Plata seguirán en esa dirección. Ya hay principio de acuerdo entre las dos organizaciones, la que regentea Carlos Quintana y la del sanitarista Julio Castro. Los primeros pasos están dados y aguardan la decisión en la órbita nacional para unificar el poder. "Queremos lograr un instrumento estratégico para que el Gobierno no nos lleve puestos con falsas promesas", advirtió un calificado vocero.
Los gremios temen que el acuerdo social que plantean desde el oficialismo, se convierta en un instrumento para entretenerlos mientras los efectos inflacionarios erosionan los sueldos de los trabajadores. La estrategia del oficialismo tiene que ver con convencer a los dirigentes de pactar aumentos moderados en las paritarias y a los empresarios de retrotraer los precios al 30 de noviembre. Una de las herramientas para seducir al gremialismo será la elevación al Congreso de un proyecto para subir el mínimo no imponible de Ganancias, fijar su actualización automática y cambiar las escalas.
PRONOSTICOS TORMENTOSOS
En lo que tiene que ver con la mesa de diálogo social, que será convocada por el Gobierno nacional en los primeros días de enero, será el marco al que apostarán hombres de negocios para poner en debate otros puntos en la agenda del sector privado, además de la suba de los sueldos. Según confiaron fuentes empresarias, las propuestas oscilarán en rangos muy disímiles: desde el 16% hasta el 35 por ciento. Aunque el número de consenso podría ser el 28.
Sin embargo, los empresarios advierten que el promedio será un número “difícil de establecer” debido a las realidades “complicadas” por los que atraviesan algunos sectores, y por los pronósticos “tormentosos” para otros ámbitos de la economía privada. Por caso, en la UIA prevén que la producción caiga en 2016 un tres por ciento, arrastrada por la mala performance de Brasil.
Las cámaras más poderosas del país prevén un primer semestre complicado. Recién se espera que se retome la senda del crecimiento para el último trimestre.
Los empresarios alimenticios, uno de los sectores vitales para contener la temida espiral inflacionaria, mantuvieron la semana pasada un encuentro clave con el equipo económico de Mauricio Macri. Lo más trascendente que se conoció de la reunión fue la continuidad de Precios Cuidados, aunque quedaron en profundizar los encuentros “fuera de foto” para acordar una reducción de los productos que integran el programa. Mientras algunas fuentes hablaban de 360, otras desafiaban la comunicación oficial y pronosticaban apenas 100.
Sin embargo, los empresarios advierten que el promedio será un número “difícil de establecer” debido a las realidades “complicadas” por los que atraviesan algunos sectores, y por los pronósticos “tormentosos” para otros ámbitos de la economía privada. Por caso, en la UIA prevén que la producción caiga en 2016 un tres por ciento, arrastrada por la mala performance de Brasil.
Las cámaras más poderosas del país prevén un primer semestre complicado. Recién se espera que se retome la senda del crecimiento para el último trimestre.
Los empresarios alimenticios, uno de los sectores vitales para contener la temida espiral inflacionaria, mantuvieron la semana pasada un encuentro clave con el equipo económico de Mauricio Macri. Lo más trascendente que se conoció de la reunión fue la continuidad de Precios Cuidados, aunque quedaron en profundizar los encuentros “fuera de foto” para acordar una reducción de los productos que integran el programa. Mientras algunas fuentes hablaban de 360, otras desafiaban la comunicación oficial y pronosticaban apenas 100.
NEGOCIAR CON UN PISO DEL 30%
Desde la vereda sindical, importantes gremios condicionaron la posibilidad de un pacto tripartito a que el Ejecutivo de respuestas para atenuar los efectos de la devaluación sobre los salarios y hasta anticiparon un piso base del 30% para encarar las discusiones paritarias del próximo año.
El que puso blanco sobre negro, fue el tiular de la Uocra, Gerardo Martínez. "El fin del cepo merma absolutamente el poder adquisitivo de los trabajadores", afirmó. Sostuvo que "cuando hay medidas como las que se están estableciendo desde lo macroeconómico, también deben tener cómo resolver los daños colaterales que esto genera", en clara alusión a su efecto sobre los sueldos. El gremialista destacó que "todos estos productos que se generaron en la macroeconomía han provocado una estampida en los precios" y estimó que la base para negociar las próximas paritarias "es lo firmado el año pasado, de 30%".
En la misma dirección, el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, indicó que el Gobierno "debería fijar un piso de entre $ 4000 ó $ 5000" para el bono de fin de año para compensar "la escalada inflacionaria" y advirtió que, de no existir ese suplemento, habrá una "paritaria durísima". "Vislumbro una discusión con una expectativa inflacionaria alta. Entre 36% y 40%".
También el diputado Facundo Moyano, líder del gremio de trabajadores de peajes, alertó que es responsabilidad del Gobierno ver de qué manera se recompone el salario que van a perder los trabajadores con estas medidas que se tomaron. El dirigente Luis Barrionuevo de los gastrómicos, jugó más fuerte y sentenció que pedirá el 50% de aumento.
Los gremios, además, plantearon sus dudas acerca del compromiso del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, en el sentido de iniciar las conversaciones por el acuerdo social en base a los precios al 30 de noviembre último. "Entonces primero que acuerden eso con las empresas y después nos convoquen, porque sino es pura fantasía", desafió un dirigente. En sintonía, otro se quejó: "Parece que todavía ni saben qué es lo que quieren". Por ahora, todo es pirotecnia pura, pero las voces que llegan desde los sindicatos son coincidentes en que "con precios descuidados como los que se observan, la discusión salarial será a cascotazos".
El que puso blanco sobre negro, fue el tiular de la Uocra, Gerardo Martínez. "El fin del cepo merma absolutamente el poder adquisitivo de los trabajadores", afirmó. Sostuvo que "cuando hay medidas como las que se están estableciendo desde lo macroeconómico, también deben tener cómo resolver los daños colaterales que esto genera", en clara alusión a su efecto sobre los sueldos. El gremialista destacó que "todos estos productos que se generaron en la macroeconomía han provocado una estampida en los precios" y estimó que la base para negociar las próximas paritarias "es lo firmado el año pasado, de 30%".
En la misma dirección, el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, indicó que el Gobierno "debería fijar un piso de entre $ 4000 ó $ 5000" para el bono de fin de año para compensar "la escalada inflacionaria" y advirtió que, de no existir ese suplemento, habrá una "paritaria durísima". "Vislumbro una discusión con una expectativa inflacionaria alta. Entre 36% y 40%".
También el diputado Facundo Moyano, líder del gremio de trabajadores de peajes, alertó que es responsabilidad del Gobierno ver de qué manera se recompone el salario que van a perder los trabajadores con estas medidas que se tomaron. El dirigente Luis Barrionuevo de los gastrómicos, jugó más fuerte y sentenció que pedirá el 50% de aumento.
Los gremios, además, plantearon sus dudas acerca del compromiso del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, en el sentido de iniciar las conversaciones por el acuerdo social en base a los precios al 30 de noviembre último. "Entonces primero que acuerden eso con las empresas y después nos convoquen, porque sino es pura fantasía", desafió un dirigente. En sintonía, otro se quejó: "Parece que todavía ni saben qué es lo que quieren". Por ahora, todo es pirotecnia pura, pero las voces que llegan desde los sindicatos son coincidentes en que "con precios descuidados como los que se observan, la discusión salarial será a cascotazos".
Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP. Su correo electrónico es [email protected]. Para consultar su blog, ver: Jorge Joury De Tapas.