Los días de Randazzo en la quietud de Valeria del Mar son casi calcados. A media mañana, junto a su mujer, encara para tomar un poco de sol en el balneario Enrico. Antes del mediodía regresan a la casa,descansan por la tarde y vuelven a la playa después de las 16, si el clima lo permite. El mate no falta en ninguna de las charlas.

La rutina placentera de las vacaciones del hombre que renovó los trenes, incluye salir a correr a la mañana temprano, jugar al truco y a la pelota con sus hijos. También disfruta de los asados en familia. Para ello trajeron lechones y chivitos de su Chivilcoy natal. Además, Randazzo tiene dos libros a mano, ambos de raíz bien peronista. El que se lleva a la playa es uno de los tomos de las obras completas de Arturo Jauretche, que contiene escritos inéditos y una entrevista al autor, donde aborda cuestiones políticas, nacionales y personales.

A los ojos de todos, Randazzo se muestra desconectado de la política y alejado de las roscas del verano. No obstante, se mantiene informado y recibe tres diarios de tirada nacional. Sus espadas lo mantienen al tanto de los movimientos y armados partidarios. Algunos aseguran que es como el mar, que retrocede antes de un temporal, pero luego arremeterá con todo en los primeros días de febrero . En esa dirección, se habla con insistencia que podría ser candidato a senador por la provincia. La apuesta, es dar batalla en tándem junto con el ex presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien se quedó con la sangre en el ojo durante la polémica interna frente a Aníbal Fernández . Domínguez busca revancha. Está convencido que fue el ganador de aquella contienda y que La Cámpora manipuló los números a favor de Aníbal.

No hay que olvidar que diciembre de 2015 marcó una interrupción en la relación entre Cristina Kirchner y los dos ex funcionarios de su gobierno. Pero también fue el punto de convergencia de un acercamiento entre Randazzo y Domínguez, dos históricos rivales de la cuarta sección electoral de la Provincia, que se sentaron hace meses a limar asperezas. Sin rencores y con la mirada puesta en el futuro, comenzaron a encontrarse con mayor frecuencia. Hoy apuntan a la reconstrucción del peronismo, pero creen que debe darse sin el liderazgo del kirchnerismo. Sostienen que las diferencias se resolverán en una interna en la que el sector más afín a la ex mandataria estará por un lado y ellos por otro. 

Los intendentes más jovenes del conurbano argumentan que "si Florencio es candidato, Julián va a formar parte de ese espacio". Tanto Randazzo como Domínguez coinciden en que el futuro armado del peronismo no tiene que contener al líder del Frente Renovador. Quieren a Sergio Massa lejos, ya que consideran que el espacio que conduce competirá por afuera del PJ. Además sospechan que el tigrense "es socio político de Macri y de María Eugenia Vidal".

En lo que tiene que ver con Cristina, Domínguez mostró las cartas. Fue terminante al asegurar que: "Este tiempo requiere nuevos liderazgos. No se puede poner vino nuevo en vasijas viejas. El peronismo tiene que tener capacidad de escuchar, de tomar todas las visiones que lo representan. Sino logramos eso, no se va a construir nada", señaló el ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación en los últimos días.

Randazzo cerró el año pasado con una nutrida agenda, que incluyó todas las semanas, y durante meses, reuniones secretas con intendentes, sindicalistas y diferentes actores del PJ. 

En cuanto a Domínguez, que mantiene buena relación con algunos dirigentes del kirchnerismo, comenzó a caminar la Provincia recordando los tiempos de campaña. Su zona de influencia es en el Interior, donde los intendentes le responden y se sienten acompañados por un dirigente de alcance nacional. La mayoría de los jefes comunales que forman parte del grupo El Establo responden al ex presidente de la Cámara Baja y se alinean detrás de él con una consigna clara: el peronismo que viene no debe ser liderado por Cristina, aunque las encuestas le den casi un 40% de intención de voto. "Si Cristina y Scioli quieren competir, le daremos pelea", se envalentonan en su entorno.

Randazzo  por su parte, viene haciendo un trabajo hormiga que lleva meses. En silencio, comenzó articular el armado de un espacio político en el que confluyan los dirigentes que lo creen capaz de liderar una nueva etapa. Domínguez también inició la reconstrucción de la estructura que supo tener cuando era candidato con la intención de confluir en el mismo espacio. 

Ambos dirigentes,  comenzaron a jugar sus fichas en la interna del histórico partido. Pero por estas horas, los intendentes  del denominado Grupo Esmeralda que fueron a buscar a Randazzo critican su quietud. Aseguran que "Florencio cree que es número puesto y con eso no alcanza. Nadie se va a inmolar por él. Tiene que mostrar las cartas cuanto antes".Esos jovenes alcaldes no quieren perder visibilidad frente a las movidas que hacen en la Costa por estas horas desde el massismo y Cambiemos.

Otro dato a tener en cuenta, es que en el marco de lo que dicen las encuestas, algunos alcaldes del conurbano comienzan a olvidar sus peleas con CFK. Sostienen que con un 40% de intención de voto la ex presidenta puede sacar el 36% y ganar la elección. Los alcaldes son pícaros. Buscan conservar sus feudos y aseguran que el cambio que se inició en el PJ bonaerense con la incorporación de distintos apoderados es un buen puntapié inicial para obtener los espacios necesarios en las listas que antes eran armadas por Carlos Zannini. Para el caso de que la situación judicial se le complique a la ex mandataria y decida no competir, los jefes comunales no descartan que Randazzo y Scioli integren una lista de unidad. 

Sin embargo, cerca de Randazzo no opinan lo mismo. Sostienen que "con Scioli no hay nada que hablar.El tendrá que resolver si quiere jugar. Después de pedir que nos bajaran, siquiera llamó a Florencio", disparan los randazzistas. 

El juego está abierto y nadie se anima a vaticinar quien tendrá el ancho de espadas. No hay que olvidar que en las últimas semanas los intendentes tuvieron dos fuertes diferencias con Randazzo. Una tiene que ver con la discusión del Presupuesto de la Provincia en la que el ex ministro quería llevar para su molino la vicepresidencia y los jefes comunales remaban por más recursos para sus distritos. El segundo dato relevante, fue la ausencia de Randazzo en el Congreso del PJ que él mismo motorizó."Si quiere competir, tiene que aparecer cuanto antes, no puede dilatarlo hasta junio", sostienen los caciques del conurbano.

 

 

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP. Su correo electrónico es [email protected].