Apuntan a lo que califican como la "vulnerabilidad hídrica" de los barrios, a la "ineficiencia de la gestión municipal" y a la angustia que cargan los vecinos "que guardan en sus mentes", la trágica jornada de hace casi cuatro años. Uno de los días en el que ponen el foco es el 9 de enero, cuando por la lluvia caída el agua agolpada llegó hasta el umbral de las casas.

Al respecto se señala que "las lluvias de verano en el mes de enero pusieron en jaque a la ciudad una vez más mostrando la vulnerabilidad hídrica de los barrios, la ineficiencia de la gestión municipal y la angustia de los vecinos que guardan en sus mentes aquel trágico 2 de abril". La nota agrega que "el barrio de Tolosa y la calle 131 entre 59 y 60 detrás del “reservorio” vivieron con gran nerviosismo la lluvia del 9 de enero cuando el agua agolpada llegó hasta el umbral de las casas. Esta situación es altamente preocupante porque los anegamientos son peores en la actualidad con lluvias de poca envergadura, tal como se demostró una vez más durante la madrugada de del primero de febrero en la esquina crìtica de 5 y 529. Sabemos también que las mega obras provinciales no resolverán algunos problemas particulares en los barrios que requieren “obras complementarias” a cargo de la municipalidad y que hasta el momento no se han ejecutado a pesar de reiteradas acciones de los vecinos".

Más adelante añaden que "el jueves pasado nos reunimos algunos vecinos en el reservorio con el ingeniero Luis Carusso, director de Hidráulica Municipal, para plantear el problema puntual de ese lugar. Allí vimos como los conductos vierten aguas servidas a cielo abierto, convirtiéndolo en un foco altamente contaminante y peligroso para la salud de la gente, situación ya denunciada hace tres años con el conducto de calle 58."

En otro de los párrafos el documento señala que "con bombos y platillos desde la municipalidad, Saldivar anunció un alto equipamiento tecnológico que permite saber la cantidad de agua caída en determinados lugares y monitorear el caudal de los arroyos.. Ahora bien, ¿¿cuál es la relación entre estos hechos, la prevención, y la seguridad de la gente?? Ninguna. Los vecinos quedaron solos y abandonados como de costumbre a su propia suerte ya que nadie de la municipalidad se acercó a asistirlos. ¿¿Qué debieron hacer los vecinos antes y durante esa situación?? Nadie lo sabe. Una de las promesas incumplidas por el intendente Garro es justamente el anuncio de un plan de contingencia para la ciudad programado para el 19 de noviembre 2016 y que no se cumplió hasta el momento". 

Posteriormente las agrupaciones vecinalistas disparan con munición gruesa contra la gestión municipal, señalan que "calles rotas, luminarias encendidas durante el día, la inseguridad que sigue aumentando, problemas gravísimos con el agua, desbordes cloacales, la ausencia de los barrenderos y la suciedad de la ciudad que no pudo resolverse hasta el momento, son algunos datos de color sobre la función intendente Garro. Sin embargo, la tasa SUM ha llegado a los hogares con aumentos de hasta un 50% para coronar una gestión altamente deficiente. Los inundados de la ciudad no escapamos al aumento a pesar de que el director de la APR, el Sr Prada? nos había comunicado con anterioridad que estaríamos exceptuados de dicho incremento. Una mentira más".
En lo que tiene que ver con las obras que involucran al gobierno bonaerense, se señala que "la provincia continúa su trabajo en el aliviador de 131, pero no se han cumplido los acuerdos pautados con la gobernadora en la única reunión sostenida hasta el presente. Familiares e inundados continuamos esperando que la justicia deje de ocultar y obstruir el camino a la verdad de lo ocurrido el 2, el 3 de abril y los días posteriores y el alcance de las obras en ejecución. La presentación que hiciera familiares sobre los dos fallecidos el 5 de septiembre del 2014, continúa encajonada en el escritorio de algún funcionario provincial, la verdad y la justicia diluidas en burocracia (u ocultamiento?)".
Las alertas son extensivas en lo que tiene que ver con la situación a nivel provincial. En esa dirección, ell documento vecinal señala que "enero nos dejó pueblos enteros bajo el agua en el norte de la provincia de Buenos Aires, en el sur de la provincia de Santa Fe, y el centro-este de Córdoba. Ciudades del norte bonaerense quedaron inundadas por las lluvias, entre ellas Pergamino, San Nicolás y Salto. Con el agua al cuello, la desesperanza y la angustia de haberlo perdido todo, la policía de San Nicolás reprimió a los vecinos afectados por las inundaciones que reclamaban agua potable y comida. Sin embargo, durante 2016, de los 3421 millones de pesos recaudados por el gobierno nacional para el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, solo se ejecutaron 502 millones de pesos en el Plan de Control de Inundaciones. De ese total, se destinaron $ 610 millones a las provincias o municipios para obras que ya estaban en curso y $ 502 millones para el Plan de Control de Inundaciones. Es decir, se ejecutó un 30% del total, unos 1100 millones de pesos, pero solo el 15% del total fue destinado a prevenir y controlar las inundaciones" . En la parte final, se señala que "como si esto fuera poco el Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires promulgó la Ley 14.888 de Ordenamiento Territorial y Bosques Nativos (OTBN), la cual fue sancionada por la Legislatura en diciembre pasado. Desde hace mucho tiempo, diversas organizaciones ambientalistas y vecinales venían alertando que esta ley posibilitaría el desmonte de miles de hectáreas, ya que desconoce al 80% de los bosques nativos de la provincia, vulnera el derecho al ambiente sano y amenaza la calidad de vida de la población. Estas organizaciones habían logrado postergar su aprobación tras demostrar que el proyecto podía beneficiar a empresas privadas, como por ejemplo un emprendimiento inmobiliario de la empresa Techint en las costas de Avellaneda y Quilmes".

También se señala que "no solo las inundaciones castigaron ferozmente a nuestro país y nuestra gente. Un voraz incendio arrasó con miles de hectáreas en la provincia de la pampa y un alud devastador ya anunciado, sepultó a los pueblos de Vocán y Tumbaya en Jujuy, evento que se produce cada cuarenta años, 1939, 1978….2017. Si tenemos que trazar en eje conductor entre estas tragedias que pegaron fuerte este enero y la inundación del 2 de abril en la Plata, vemos como se repite la desidia y la indiferencia de los funcionarios del estado en cualquiera de sus tres niveles de gobierno".
El documento finaliza señalando que "a los 46 meses de la peor tragedia de La Plata, familiares e inundados 1.- Decimos que no olvidamos la catástrofe que partió nuestra historia en un antes y un después. 2.- Decimos que los funcionarios no están a la altura de las circunstancias y que el pueblo estuvo y está solo frente a la adversidad librado a su propia suerte. 3.- Reclamamos el acceso a la documentación e informes solicitados repetidas veces. 4.- Exigimos la terminación de las obras del Arroyo El Gato ya que sigue siendo un tapón a la altura de la papelera y la inmediata ejecución de las obras complementarias de las que es responsable el municipio: limpieza de desagües, desagües complementarios y reservorios".