viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3866
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Con final bochornoso, la CGT no le puso fecha al paro y renovó el crédito a Macri

*Por Jorge Joury.- La movilización obrera fue histórica, pero el final de la película, bochornoso. Como furgón de cola del "maestrazo" del lunes, la multitud que colapsó el centro porteño, fue la expresión acabada de que los sueldos no alcanzan. No obstante, pese al reclamo, la conducción de la CGT, decepcionó al prolongar el suspenso sobre la fecha del paro general. No fue otra cosa, que extenderle el crédito al Gobierno, al dejar abierta la posibilidad de otra instancia de diálogo.


El malestar de la muchedumbre, comenzó a sentirse durante los discursos de los hombres que conforman el triunvirato. Los manifestantes advirtieron con decepción, que la intención era dilatar los tiempos. Los gremios que tuvieron el privilegio de llegar hasta el palco, silbaron y entonaron cánticos de pedidos de paro general, ante discursos que les dejaron sabor a poco. Ni siquiera alcanzó a conformar, el grito de Juan Carlos Schmid cuando disparó : "habrá medidas de fuerza. Vamos a ir a un paro nacional", insistió en el cierre de su discurso en medio de fuertes críticas hacia el presidente Mauricio Macri, pero sin más precisiones. 

Antes, en la misma dirección, el sindicalista Carlos Acuña había condicionado: "si el Gobierno no da respuesta, esta CGT le va a poner fecha a un paro nacional antes de fines de marzo o a principios de abril". El suspenso y todas las miradas , se extendieron entonces hacia Héctor Daer, el encargado de cerrar el acto. El dirigente aseguró que "habrá paro nacional en los primeros días de abril", aunque dijo que eso ocurrirá si la Casa Rosada no rectifica sus políticas. Antes, cometió el furcio de señalar que la protesta iba a ser "para fin de año", pero rápidamente se rectificó. 

Frente al reclamo rugiente de la multitud por una definición, el diputado massista aclaró: "no estamos acá para poner una fecha". Era evidente que en el cielo porteño ya se observaba la presencia de un paro condicionado, pese a que los tres dirigentes se manifestaron con duros conceptos sobre el plan económico oficial y sus consecuencias en el sector productivo y el empleo. Acuña fue contundente en sus reflexiones: "aquellos que dicen que se equivocaron y vuelven para atrás, ¿se imaginan si fueran médicos y nos hubieran diagnosticado una enferdad?. Estaríamos muertos, porque no aciertan una". 

 Schmid disparó que "el gobierno nacional ve un retrato social y económico que la mayoría de los argentinos no ve.Hace meses que están hablando de brotes verdes, pero hasta que esos brotes se conviertan en ramas, los sufrimos nosotros". Daer subió la apuesta, al puntualizar que "cada vez los que menos tienen son los que peor la pasan.Le decimos a este gobierno que soñamos con una patria con inclusión para todos.No vamos a permitir bajo ningún punto de vista que se quieran agredir a las organizaciones sociales".

Mientras los dirigentes hablaban, la multitud subía cada vez más el tono en un solo grito :" ¡ Paro general,, paro general!." Pero la decepción generalizada, lamentablemente terminó en medio de incidentes. Fue detrás del escenario, cuando grupos que reclamaban una definición del triunvirato se tomaron a trompadas y botellazos. La foto fue penosa: dos de los tres secretarios generales tuvieron que irse custodiados y a Carlos Acuña lo corrieron tres cuadras. Todos debieron esquivar insultos, piedras y botellazos. 

En medio de la confusión, los hermanos Moyano, custodiados por el boxeador Gonzalo "Patón" Basile, bajaron del escenario esquivando una lluvia de sillas de plástico. Enseguida, comenzaron a volar trompadas con un grupo que había comenzado a insultarlos y los acusaba de "traidores". Los militantes que habían copado las primeras filas debajo del escenario, visiblemente irritados comenzaron a gritarle a Daer : "pongan fecha, hijos de puta, nos estamos cagando de hambre". El dirigente tuvo que ser resguardado dentro de un edificio en momentos en que iban a golpearlo. Cuando la mayoría de los presentes comenzaron a desconcentrarse, un grupo de manifestantes se subió al escenario y comenzó a cantar en contra de la cúpula de la CGT." Se va a acabar la burocracia sindical", gritaban mientras saltaban y agitaban las banderas de los sindicatos.

Fue un final bochornoso a todas luces. Desde la organización del acto acusaron a las agrupaciones kirchneristas de tenderles "una emboscada" a los principales líderes gremiales.Héctor Dáer, que debió refugiarse en la sede de la Federación de Empleados de Comercio (Faecys), culpó directamente a La Cámpora por los incidentes en el palco. En particular a “La Cámpora de Berazategui” y al “Municipio” que dirige Patricio Mussi, un intendente que se mantiene fiel a la ex presidenta Cristina Fernández.  "Son desubicados. Esto fue premeditado, nadie se pone detrás de un palco para un acto. Fue una provocación", dijo Daer. “Buscaron generar esta situación. Son sectores que pretenden volver antes de tiempo rompiendo las normas democráticas", disparó.  

Como corolario de lo ocurrido, el papel de los líderes sindicales fue la manifestación más acabada de la fata de vehemencia. Decepcionaron a las bases y a las miles de personas que llegaron hasta Diagonal Sur y Chacabuco, que se fueron con las manos vacías. La "marchita" de fondo en el final y los papelitos con los colores celeste y blanco, no alcanzaron.El triunvirato cegetista, se perdió la gran oportunidad de unir al peronismo.

 

 *Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP. Su correo electrónico es [email protected].

 
 

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