Carolina Píparo, la madre coraje que desde el Congreso quiere ponerle fin a la inseguridad
*Por Jorge Joury.- Perdió un embarazo de nueve meses durante una salidera bancaria y le cambió abruptamente la vida. A partir de allí, se puso al hombro con entereza la lucha contra la inseguridad. Pasaron siete años de aquel trágico episodio, donde murió Isidro, el bebé que llevaba en su panza. "Muere mucha gente por año por la inseguridad y nadie se entera", sostiene esta platense, trabajadora social, la principal candidata a diputada de Cambiemos, por la octava sección electoral. Hace pocos días, recibió la mejor noticia. La consultora política "Aresco Instant Research", a cargo de Julio Aurelio, realizó un sondeo sobre 1.500 casos y detectó que Piparo, lidera la encuesta de imagen positiva y se posiciona como una de las figuras más fuertes, superando incluso a la decana de Periodismo, Florencia Saintout, de Unidad Ciudadana.
Además, cuenta con la bendición del asesor presidencial, Jaime Durán Barba, quien la considera una jugadora importante para traccionar votos. Hace dos semanas, María Eugenia Vidal la presentó en sociedad y la colocó en primera línea para la foto con su equipo de campaña.
Hoy, a menos de un mes de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias la inseguridad vuelve a ser el tema que más afecta a los argentinos y el debate sobre cómo erradicarla ocupa un lugar central en los discursos de la campaña bonaerense, territorio donde se desarrollará la batalla más relevante de los próximos comicios. Según lo revela el estudio nacional del "Humor social y político", elaborado por D’Alessio IROL/Berensztein, entre mayo y junio se experimentó un incremento de las respuestas que señalan a la inseguridad como el primero de los diez temas que más preocupan, por encima de la inflación, los aumentos tarifarios, el bajo nivel de la educación primaria, la violencia contra las mujeres, la presión impositiva, la falta de castigo a los actos de corrupción y el fácil acceso a las drogas, entre otras.
Es un escenario propicio para Píparo, quien fue víctima de una salidera bancaria en el 2010 y a partir de aquel desgraciado hecho se involucró en política de la mano del PRO. Acaban de medirla y hoy tiene un 32% de intención de voto, que en una elección de tres tercios como la que está por venir, es suficientes para acceder a una banca. Carolina forma parte de una asociación civil denominada Usina de Justicia, mediante la cual trabaja todos los días en la Cámara de Diputados. Dice estar muy cómoda y "nunca sentí la grieta de la que se habla. En todos los temas que discutimos sobre víctimas e inseguridad, hay más acuerdo de lo que se cree".
Píparo asegura que es urgente debatir el régimen penal juvenil."Tenemos que pensar qué paso para que un chico dispare un arma de fuego.Nos queda más cómodo victimizar a un delincuente, pero hay familias que se dedican a la delincuencia y que difícilmente puedan inculcar otra cosa a sus hijos". Sostiene que "la ley debe ser clara: mataste a alguien y chau, pagá por eso.Lo demás pasa a un cuarto plano. Ahora escucho hablar del ajuste, la inflación y pienso: ¡por favor, discutan de la inseguridad!".
Después del ataque que sufrió esta mujer, una norma del Banco Central obligó a todos los bancos a colocar mamparas delante de la linea de cajas, medida que redujo las salideras."Siempre lo pienso, es raro porque el de las mamparas es un proyecto que estaba antes de mi caso. Se podría haber evitado la muerte de Isidro".
Píparo desembarca en la política, tras ser promovida por Emilio Monzó, el presidente de la Cámara de Diputados quien le armó una reunión con María Eugenia Vidal. A la gobernadora le cayó muy bien, le dio ímpetu y ya la tiene como una de las promesas electorales de su equipo, junto a Gladys González, a quien muchos llaman el clon de Vidal.
Píparo vive en la zona de Puerto Madero, pero viene todos los fines de semana a La Plata a ver a sus familiares. Es la ciudad de sus afectos.En cuanto a la pérdida de su embarazo, sostiene que "el dolor es irreparable, ya que Isidro estaría hoy haciendo primer grado, pero le estoy dando una vida linda a mis otros dos hijos". A los 41 años, aún recuerda aquella mañana cuando volvió de la muerte y se paró frente al espejo . No podía creer que ya no tenía a su hijo en la panza. Se estremeció, porque su cuerpo estaba surcado por cicatrices. Esta madre coraje pudo haber muerto, pero la vida le guardó un capítulo para dar una batalla pendiente. Tal vez, ese sea el lugar que hoy busca a través de la política para reivindicar la memoria del pequeño Isidro, que no pudo abrir sus ojos para mirar el futuro.