Un informe periodístico publicado por el diario Hoy de La Plata señala que la Navidad es la época del año en la que afloran los mejores sentimientos en la gente y cuando Papá Noel, con sus regalos, hace brotar la alegría en los más chicos. Sin embargo, las sonrisas van a estar teñidas por los fuertes incrementos en los productos propios de las fiestas, ya que la baja en la escalada inflacionaria que vivió el país en los últimos meses todavía no parece haber hecho mella en los mismos.

Un relevamiento hecho por diario Hoy en supermercados, almacenes y negocios de la región muestra que los artículos que componen la canasta navideña llegan este año con aumentos de hasta el 37% en relación a 2016, complicando las chances de los argentinos de lograr una mesa repleta de los placeres típicos de fin de año.

El tenor de los aumentos sorprende más que nada porque con una inflación anual que se estipula que estará en el orden del 23%, la mayoría de los productos navideños están por encima del número inflacionario oficial, con lo cual se presume que los ciudadanos deberán hacer un gran esfuerzo para que la crisis no se note en las fiestas.

Distintos referentes de organismos defensores de los consumidores contactados por este medio señalan como causa central de estos incrementos las “avivadas” de los comerciantes, que buscan ganancias rápidas y seguras sabiendo que la gente no va a limitar su consumo en estas épocas, y a una inflación no resuelta que contrae el consumo en los sectores más vulnerables de la sociedad.

Cuesta arriba

Un hecho que complica más a los que menos tienen es que los sectores populares viven en las periferias de las ciudades, lo que lleva a que compren sus alimentos y artículos en los almacenes de barrio, donde los valores son más altos por la falta de competencia, lo que perjudica aún más sus presupuestos familiares.

El recorrido hecho por este diario indica que los productos que más subieron sus precios en comparación con el año pasado fueron los adornos navideños, que aumentaron en promedio un 37%, lo cual se condice con los incrementos que tuvieron las guirnaldas (32%) o el árbol de Navidad, cuyo valor tuvo una suba del 26%.

Idéntica situación puede observarse en otros artículos, como las latas de frutas en conserva, ya sean duraznos, peras, ananás o ensaladas de fruta, cuyos valores se incrementaron en un 35%. El mismo porcentaje de aumento (35%) tuvieron las garrapiñadas, que en las góndolas pasaron de costar 19 pesos en 2016 a 26 pesos este año.

A eso se le suma que el maní con chocolate subió su valor en solo 12 meses un 32%, mientras que los turrones blandos aumentaron un 30%. El pan dulce, otro producto clave para las fiestas, tuvo un incremento del 28%, y las almendras cubiertas de chocolate, de un 24%.

En cuanto a las bebidas con alcohol, también han tenido una suba considerable en sus precios. Tal es el caso de las sidras, cuyo consumo es propio de los sectores populares, que cuestan un 30% más que el año pasado; mientras que los vinos espumantes se acrecentaron en un 25%. Por su parte, las bebidas fizz tuvieron un aumento de solo el 15%.

Comprarle un juguete a los chicos va a ser un 23% más caro, sin embargo la buena noticia es que detrás de ello los números oficiales muestran una recuperación del 10% de la industria nacional con una caída del 5% en las importaciones del sector.

Por debajo del nivel inflacionario estipulado para todo 2017 se ubicaron una serie de artículos característicos, como por ejemplo los confites, que crecieron un 21%; los clásicos budines de frutas, que subieron un 20%; los turrones de maní, un 18%, y las nueces cubiertas con chocolate, un 16%.

De este modo, mientras que las canastas navideñas con productos populares básicos en 2016 se podían conseguir a 85 pesos, este año las más baratas trepan a 125 pesos, que además en vez de tener ocho artículos, como antaño, contienen siete, lo que marca la pérdida del poder adquisitivo y la magnitud de la inflación en los productos.

Una trampa encubierta

La tendencia que han mantenido en los últimos años las empresas productoras de artículos típicos para las fiestas es el aumento encubierto que realizan en el valor de los productos: no solo el precio aumenta, sino que además reducen la cantidad de gramos o de centímetros cúbicos que contienen los envases.

Eso ocurre en las sidras, donde por ejemplo las botellas, que contenían un litro, comenzaron a bajar con el correr de los años a los 900, 800, 750 y los actuales 650 centímetros cúbicos, aunque eso no significa que el precio deje de subir año a año, obteniendo así menor cantidad producto, a mayor precio.

Lo mismo sucede en otros artículos, como los confites, las garrapiñadas y los panes dulces, que antes eran de un kilo y ahora se consiguen productos que contienen 600 o 500 gramos por un mayor precio.

Estas son las trampas ocultas más comunes de las empresas y comerciantes, que de esa manera “engañan” a los consumidores vendiendo un artículo de peor calidad y con menor cantidad de producto.

Precios por  las nubes

37% Adornos

35% Garrapiñadas

35% Latas de frutas en conserva

32% Guirnaldas  

32% Maní con chocolate

30% Turrones blandos

30% Sidra

28% Pan dulce 

26% Árbol de Navidad

25% Vinos espumantes 

24% Almendras con chocolate

23% Juguetes

21% Confites

20% Budines

18%Turrón de maní 

15% Bebidas Fizz

“El consumidor la encuentra bastante fea”

Osvaldo Bassano, Titular de la Asociación de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores (Adduc)

“Nosotros no hemos hecho un relevamiento, pero conforme a lo que ha pasado en el rubro minorista, las subas van a orillar un 30%. Van a ser muy fuertes. Lo que ocurre es que hay que ver qué va a pasar con el tema de las compras. Muchas veces, cuando se acercan estas fechas y los comercios ven que necesitan capturar clientes, hay algunas ofertas, no obstante en los últimos tiempos en los grandes hipermercados las promociones y ofertas no existen, son solo campañas de marketing. 

No hay oferta, aumentan el precio en la fecha que hacen la oferta o modifican el engaño. El consumidor la encuentra bastante fea. Desde hace algunos años tomamos precios generales, ni siquiera hacemos un relevamiento fijo porque la dispersión es muy grande.

Además, hay que tener en cuenta los aumentos que va a haber desde el 1º de diciembre en servicios públicos, que ya están proyectados, eso ya es una influencia negativa en los precios de alimentos navideños”.

“Hay una avivada por parte de los comercios”

Susana Andrada - Presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC)

“Hay una avivada por parte de los comercios, que aprovechan una fecha que trae un mayor consumo, porque la gente cobra el aguinaldo, para cobrar los productos, en este caso, muchos más alto de lo que la inflación indica. 

Vamos a tener una mesa navideña mucho más pobre, y para algunos sectores directamente inexistente, porque si a eso le sumamos los otros aumentos que se vienen dando durante el año, el resultado es que el dinero no va a alcanzar y, lógicamente, las fiestas van a ser más pobres que en otras oportunidades. 

Aquí hay una especulación muy grande por parte de los empresarios y una falta de control por parte del Gobierno. Y este año, por lo visto, ni siquiera tenemos en puerta la famosa canasta navideña, impulsada por el Gobierno, que contiene unos diez o doce productos, y que puede llegar a ser aprovechada por los jubilados y los más humildes, es decir, es un negocio redondo para las empresas y resulta en pérdidas absolutas para los consumidores”.

“Es necesario comparar precios en relación a la cantidad y la calidad”

Héctor Polino - Titular de Consumidores Libres

“Existen fuertes aumentos en algunos artículos, que van desde el 20% y hasta el 40%, que superan claramente y en mucho el promedio de inflación que vamos a tener este año. Siempre hemos podido comprobar que la compra que se realiza en las últimas horas encuentra artículos muchos más caros que las que se efectuaron con tiempo.

Algunos negocios han producido aumentos significativos para ver cómo se comportan los consumidores, y siempre están a tiempo para poder bajarlos si eso hace que no se venda o que se resientan considerablemente las ventas de los mismos.

Los aumentos se dan en las primeras y en las segundas marcas. Muchas veces te presentan el mismo artículo con las mismas características pero con menor cantidad de gramos o de centímetros cúbicos, con lo cual hay un aumento encubierto. Es necesario comparar precios, pero en relación a la cantidad y la calidad del artículo que se está comprando y siempre verificar la fecha de vencimiento”.

“Diciembre es un mes duro y complicado”

Sandra González - Titular de Adecua

“Hay cosas que cambiaron de envase, como siempre, hay productos que son más chicos. Es una constante que se da: el cambio de envase, que contiene menos centímetros cúbicos, menos gramos. Esto es permanente, no es de Navidad nada más. En Navidad se nota mucho en los panes dulces que son envasados y hay de 300 gramos, de 400 y más. Por eso hay que hacer el comparativo con lo que consumimos el año pasado. En cuanto a los aumentos, estimo que van a rondar en un 30% y, si hay subas marcadas, será en las bebidas. De ahí en más iremos viendo, sobre todo en el rubro alimentos. Los comerciantes remarcan. Diciembre siempre es un mes duro y complicado”.

“En el año hubo más de un 30% de inflación en todos los productos”

Iván Figueroa - Unión de Comerciantes Minoristas y Almaceneros de La Plata (UCMA)

“Los aumentos se dan todos los años. La canasta navideña tiene productos de temporada, como Pascuas, y todos los años te encontrás con precios diferentes. Sorprende y no sorprende, porque en muchos casos, en las segundas y terceras marcas, el incremento llega a un 30% y en primeras marcas llega a un 40%. 

No todas las empresas aumentan lo mismo porque depende del producto, si es bebida, confitura o un producto de alta rotación. Noso­tros, por eso, sacamos un estimativo que los incrementos van desde un 30% a un 40% en comparación al año pasado. 

Por un lado sorprende porque un 30% y un 40% en primeras marcas es muchísimo, de $100 a $140. Por el otro no sorprende porque durante todo el año hubo más de un 30% de inflación en todos los productos. Los comerciantes lo vemos  día a día, una empresa de lácteos aumentó sus precios en noviembre, en julio y en el verano, entonces hay un 30%, no lo que dice la inflación”. 

Fuente: web diario Hoy