Indignado, escribió un descargo vía Facebook que no tardó en viralizarse. En él cuenta cómo ese jueves 27 la representante legal del colegio, Gabriela A. Morgade, le comunicó su despido "sin causa" del Instituto Nuestra Señora de La Anunciación, ubicado en 514 entre 7 y 8 (Ringuelet).

"Trabajaba desde marzo del 2016, y en esos dos años y medio no se labró ningún acta por mal desempeño, ni se me convocó a ninguna reunión, ni se me observó en clase, tampoco se me comunicó algún tipo de disconformidad de los padres y/o madres acerca de mi desempeño. El 21 de Septiembre, día que me mandaron el telegrama, yo estaba trabajando en la escuela, pero en ningún momento me comunicaron que me estaban despidiendo", comienza el ahora ex profesor.

En el texto, aclara que lo despidieron "irresponsablemente, sin ninguna instancia previa de diálogo, sabiendo incluso que fui padre hace un mes y medio. Cuando en conversación telefónica con la directora Claudia Cardozole pregunté el motivo de mi despido, su respuesta fue que piense yo por qué podrían haber tomado esa decisión", escribió indignado.

Después de la llegada del telegrama y la conversación con la abogada del colegio, Pérez Taján estuvo "adivinando en soledad" sobre cuál podría haber sido el motivo de su despido. "Sin haber encontrado respuesta, supe más tarde que un grupo de madres y padres de tercer grado se habían quejado porque el 14 de Septiembre, aplicando legítimamente la Ley Nacional 26.150 de Educación Sexual Integral, hablé con lxs alumnxs acerca de Igualdad de género, abordando juntxs la reflexión sobre roles y funciones atribuidos a mujeres y a varones en la infancia y la adultez, utilizando palabras como 'todes', y otras correspondientes al lenguaje inclusivo, sin obligar a lxs alumnxs a usarlas, sino intentando explicarles y reflexionar juntxs acerca de qué implicaba ese cambio de vocal", explicó.

El joven docente se enteró que, aunque muchas madres y padres apoyaron su proceder, otros escribieron notas a los directivos del colegio para expresar su disconformidad. "Esas inquietudes NUNCA me fueron comunicadas, ni tampoco buscaron lxs directivxs un espacio de reflexión acerca de lo sucedido, la reacción fue directamente el despido", denunció Pérez Taján.

El músico regresó a la escuela y pidió a la abogada Morgade tener acceso a las actas labradas en esas presuntas reuniones entre padres y directivos. "Pero ella me negó su existencia. Mintió, y esa mentira me hace pensar más en la relación entre el despido y esas quejas. Ahora entiendo que se hayan negado a darme un motivo. Sería ilegal despedirme por aplicar contenido del diseño curricular. Entiendo también que este despido se enmarca en un contexto reaccionario en contra de la ESI por parte de distintos sectores religiosos", aseveró el joven. En otro pasaje de la carta, lamentó que a las autoridades "no les importaron lxs chicxs, el afecto mutuo que generamos en la relación y que era evidente para toda la comunidad. Yo no podía cruzar el patio del colegio sin terminar rodeado de alumnxs abrazándome, diciéndome que me extrañaban, que me querían. No me dieron la oportunidad de despedirme de ellxs, de explicarles porque no iba a ser más su profe. Intuyo que, como a mí, no les fueron sinceros en la explicación de lo que sucedía".

Aunque el gremio SADOP de los docentes privados lo apoya, y varios padres y madres ya le escribieron para trasladarle su solidaridad, la realidad es que Pérez Taján ya no podrá dar las diez horas semanales que dictaba en el primer ciclo. De ser cierto que lo echaron por enseñar Educación Sexual, la escuela estaría incumpliendo la ley, ya que más allá de la administración -pública o privada, laica o católica- la ley rige para todas las escuelas del país, por igual.