jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3865
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El Gran La Plata sacudido por la pobreza y supera a La Matanza: la ciudad con más villas

*Por Jorge Joury.- Por efectos de la pandemia el Gran La Plata ha alcanzado un escalón muy alto en la geografía de la pobreza. Supera a La Matanza, el territorio más poblado y es la ciudad donde hay más villas de emergencia en la Provincia.


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Por:
Jorge Joury

 

Por efectos de la pandemia el Gran La Plata ha alcanzado un escalón muy alto en la geografía de la pobreza. Supera a La Matanza, el territorio más poblado y es la ciudad donde hay más villas de emergencia en la Provincia. Las últimas cifras proporcionadas por la UCALP son realmente escalofriantes. En la zona existen 260 asentamientos donde más de 50 mil familias viven a la buena de Dios y sin los servicios indispensables para una vida digna.
Si observamos la evolución de los datos a nivel país, la pobreza alcanzó al 35.4% y 35.5% de las personas en la primera y segunda mitad del 2019. Mientras que en la primera mitad de 2020 llegó al 40.9%, y en el segundo semestre trepó a un 42%. A este aumento de casi 7 puntos porcentuales en la cantidad de personas en situación de pobreza, debe sumarse el hecho que también se incrementó la distancia entre los ingresos y esta línea. Es decir que, en promedio, las personas de este segmento se alejaron más de la posibilidad de cubrir la canasta básica.
El propio INDEC en las últimas horas aportó datos basados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), donde se observa la complicada situación habitacional en la que viven miles de argentinos. Alrededor de 1.400.000 personas están en condiciones de "hacinamiento crítico": se trata del 2,6% de los hogares, lo que representa a unas 238.000 familias.
Se incluyen aquí los 31 aglomerados urbanos más poblados, donde viven 28.551.490 personas, en 9.254.183 hogares. En base a estos datos, el relevamiento muestra que el 20% de los hogares argentinos habita viviendas de calidad insuficiente, y alrededor de un 30% carece de acceso a servicios esenciales como agua, luz y cloacas.
En este contexto, para comprender la lastimosa realidad platense, basta mirar los números del último informe del Observatorio Socioeconómico de la UCALP. Allí se observa, que en un año las villas en La Plata, Berisso y Ensenada suman 260. El 81% se ubican en La Plata. En esa geografía de angustias y necesidades, el 70 % de los pobladores no tienen acceso a electricidad, agua potable o gas. Allí viven o sobreviven 50 mil familias.
El estudio se enfoca en más de 20 variables relevadas en la totalidad de los barrios vulnerables de la región. Este año el informe lleva el nombre de "Indicador de Integración y Desarrollo en tiempo de pandemia" y arroja los resultados de varios meses de relevamiento y trabajo de campo recolectando las necesidades más urgentes.
La presentación se realizó a través de una videoconferencia a cargo de la Rectora de la UCALP, Dra. Rita Gajate, y la exposición del Director del Observatorio, Rodrigo Martín.
Según advirtieron los especialistas, el crecimiento poblacional sumado a los efectos de la pandemia en el incremento de vulnerabilidad, ha hecho que la situación de integración y desarrollo de las familias que viven en estos asentamientos empeore:
Se determinó que el 60% no tiene asegurado el suministro continuo de agua potable dentro del hogar. Sólo el 40% de los hogares tienen tanque o “reservorio” de agua para consumo, el baño y para garantizar la higiene necesaria que impuso la pandemia.
Lo más preocupante y que se alza como uno de los grandes peligros para la salud del barrio, es que el 90% no cuentan con cloacas.
Tampoco el 70% no tiene acceso seguro a la energía eléctrica. Las conexiones en ese escenario son precarias, inestables y muy peligrosas.
Se advierte además que la informalidad condiciona la convivencia de la familia, la posibilidad del trabajo y el estudio desde el hogar, ya que la mayoría de los hogares no cuentan con computadoras, ni celulares para poder conectarse con las escuelas.
El 60% no tiene calles interiores pavimentadas, lo cual dificulta el acceso interno de ambulancia, bomberos, camiones recolectores de basura, transportes privados y públicos.
Otro de los peligros, son los focos contaminantes, ya que el 80% de los asentamientos tiene basura acumulada en las esquinas o presencia cercana de un basural a cielo abierto.
Con el eje de preocupación puesto en el altísimo nivel de pobreza, sobre todo entre los chicos, el presidente de la Nación acaba de anunciar la ampliación del alcance de la ayuda alimentaria a los hogares más humildes, a través de la Tarjeta Alimentar. Esta medida abarca a un millón de hogares más, ya que pasó de 1,5 millones de familias que la recibían, a 2,5 millones y casi dos millones de niños y niñas más que hasta el presente pasan de 1,9 millones a 3,8 millones. Además, se extendió la cobertura hasta los chicos de 14 años cumplidos, en vez de 6 años como en las condiciones vigentes.
En total, la inversión del Gobierno Nacional durante el 2021 para este programa será de $250.000 millones. Es el equivalente al 0.7% del PBI. Además, es en todos los casos complementario de otros beneficios, ya que sólo lo reciben las personas que cobran la AUH con hijos de hasta 14 años, beneficiarias de la asignación por embarazo (AUE) a partir del tercer mes de gestación, personas con discapacidad que cobran la AUH, y madres con 7 hijos o más que actualmente reciben una Pensión No Contributiva.
Un universo que, hasta ahora, abarcaba a 1,9 millones de personas, y que a partir de esta ampliación llegará a 4 millones.
El refuerzo por emergencia sanitaria de ANSES de 15.000 pesos para titulares de la AUH, asignación por embarazo y monotributistas ayudará en La Plata a más de 40 mil familias, lo que implica una inyección de 648 millones de pesos que se emplearán en su totalidad en la economía local.
Desde el punto de vista de un aporte solidario, se trata de buenas medidas, pero son solo un parche en este universo que duele. Se hace necesario terminar con la inflación anual estimada en más del 50% para fin de año. Si no es así, la fábrica de pobres va a seguir produciendo sin pausa y repartiendo necesidades por todos los rincones del país.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP.

 

 

 

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