sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº3867
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Pasajes de comedia de enredos en el juicio a ex funcionarios de la gestión Bruera


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Las últimas jornadas del juicio al dirigente político Mariano Bruera y otros exfuncionarios de la gestión municipal de su hermano Pablo entre 2011 y 2015 tuvieron pasajes controvertidos que desde diferentes ángulos de las defensas fueron cuestionados. Algunos planteos merecieron comentarios de color, como el de una fuente que recordó a la cantante iteliana Gabriella Ferri (1942-2004), que en dialecto romano grabó en español el tema “Te regalo yo mis ojos”, una balada romántica de las clásicas itálicas de los años ’60 y ’70. "La Ferri con la fuerza expresiva inigualable de su voz casi rezaba “poco, poco, casi nada”. Y si, “poco, poco, casi nada” han dado las Audiencias del juicio", desilizó el observador.
En ese marco hicieron notar que la Fiscal Huergo "enunció su teoría sobre los “testigos útiles” (sic) que por contraposición nos lleva a colegir que hay testigos inútiles".
En la continuidad de la Audiencia del pasado 27 febrero la Fiscalía presentó una testigo que intervino en el allanamiento al despacho de la Dirección de Obras Particulares que ocupaba el Arq. Petró.
"Esa declaración, que parecía “coucheada”, estuvo destinada a señalar y remarcar que en el despacho “no había nada, no había nada” y eso la había “sorprendido mucho, mucho”, tanto que en ese momento lo llamo al Fiscal Paolini y se lo comunicó. Toda la declaración pretendió evidenciar que los imputados estaban avisados de los allanamientos".
En ese sentido, Los abogados defensores comentaron que las disposiciones de los allanamientos para tener “efectos sorpresa” deben ser inminentes a la intervención. El juez de garantías Raele dispuso el allanamiento el viernes 4 de julio, y el allanamiento se produjo el lunes 7 de julio a primera hora de la mañana, bien temprano. Sin contar que, en su momento, esta sospecha dio lugar a una investigación llevada a cabo por 4 fiscales y que sin resultados fue archivada, ¿quién puede haber filtrado el operativo en marcha?.

Otro eje polémico cnstituyeron las “escuchas” del ex Secretario de Gestión Pública del Municipio, Enrique Ángel Sette.
Desde la primera audiencia del juicio, el Dr. Juan Di Nardo, el representante del imputado reclamó que, antes de darse inicio al debate, se hicieran oír las “escuchas” porque hay fuertes indicios de que el teléfono de la Secretaría de Sette habría sido intervenido ilegalmente.
Desde el día uno de Audiencia la historia de las escuchas de Sette se ha convertido para algunos observadores de la escena judicial en una comedia de enredos y, para otros, "un intento desembozado de frenar la reproducción de las “escuchas” en cuestión. Primero, no aparecían los casetes; cuando aparecieron sin ninguna cadena de custodia, los abogados defensores que seguían reclamando oír las escuchas se enteraron de que la Fiscalía no contaba con un pasacasete que permitiera hacerlo. Entonces, la doctora Huergo se comprometido, en dos jornadas consecutivas, a “traer un pasacasete de la casa de su madre” (sic). A la tercera oportunidad que se reclamó el pasacasete, la Fiscal respondía “todavía no puede pasar por lo de mi mamá” (sic). Todo esto delante del Tribunal. Allí el Dr. Di Nardo se comprometió a conseguir uno y Sette fue quien consiguió un reproductor de casete en perfecto estado de uso. Dos veces lo llevó a la Audiencia, la primera fue el lunes 27 de febrero. Ahora, contando con pasacasetes ¿por qué no se pasaron las escuchas de Sette? La Fiscalía no contaba con un cable 2 “plug” con ficha de 0.6 mm a 0.6 mm, o ficha con extremo de 0,6 mm a “mini plug” para enchufar con los parlantes de audio. Se le pidió al propio imputado que proveyera un adminículo con esa descripción técnica (sic). El viernes 3 de marzo, Sette volvió a traer el catafalco que consiguió para hacer pasar las escuchas, pero ahora los presentes se encontraron con otra novedad. El casete donde estarían sus tres (3) únicas escuchas, no pudo ubicarse, falta en la caja abierta. Los abogados defensores se preguntaron una vez más ¿así cuida la Fiscal Huergo la cadena de custodia de los medios de prueba?", se preguntaron los allegados a la defensa.
En tanto, echando mano a sus conocimientos musicales, otra fuente recoró "la “patética”, como la sinfonía número 6 de Piotr Illich Tchaikovski"
Dijo que el viernes estaba prevista la presencia de un testigo que fue funcionario público y que, al momento de los hechos en el 2014 se desempeñaba en la Dirección de Planeamiento Urbano (DPU) de la Municipalidad de La Plata. "Es un profesional de la agrimensura muy conocido para la matrícula propia y también la de los arquitectos e ingenieros que a diario concurrían a la DPU. Su tarea consistía en atender consultas técnicas de esos profesionales en el mostrador de atención al público. Una tarea profesional que requiere mucho conocimiento y experiencia, por todo lo cual el funcionario citado era muy reputado. Cuando el señor ingreso a la sala de la Audiencia, se vio un hombre de más de setenta años, de mediana altura, calvo y con una presencia corporal de hombros caídos y actitud agobiada. Miró la sala con cierta desorientación y se sentó donde le indicaron. La Fiscal Huergo comenzó a interrogarlo con una copia en mano de la indagatoria que le habían tomado al señor el 24 de setiembre de 2014 en tiempos de la investigación penal preparatoria de la causa. Al responder a las primeras preguntas volvió a mostrar desorientación, equívocos sobre cuestiones muy conocidas, errores, lapsus, disminución auditiva y, probablemente, algún problema cognitivo. Hasta aquí la situación por parte de los presentes era sólo de sorpresa o revelación ante lo ya evidente. Al cabo de alguna pregunta los abogados defensores se consultaron entre sí y le pidieron el Tribunal que hiciera salir al declarante para plantear la situación. El señor desalojó la sala, se planteó la situación, inicialmente la Fiscal dijo que por ese motivo estaba evaluando dar por terminado el interrogatorio, y en intercambio con los Jueces revisó esa postura y logró que el declarante continuara declarando. Desde ese momento en más se vivieron escenas que movieron a profundo dolor y tristeza por parte de todos los participantes. La Fiscal no lograba que el testigo respondiera con precisión, y frente a cada respuesta inesperada la Dra. Huergo subía el tono de voz y crecía su irritación, preguntaba y re preguntaba mortificando el ánimo del indagado, lo interrumpía y corregía en medio de las respuestas superponiéndose las voces de ambos. El testigo comenzó a levantar la voz y reclamar, y el Juez Bernand debió intervenir, reconvino a la Fiscal, y al testigo que seguía hablando, le solicitó que escuchara. El colmo se vivió cuando la Fiscal al preguntarle quería sacar de la boca del testigo la palabra corrupción. Tres o cuatro veces le leía las respuestas dadas en el 2014 y no cesaba de procurar conducir la respuesta, como la palabra no salía, siguió acosándolo hasta que el señor exasperado respondió que había escuchado “en los pasillos que había corrupción”. Un bochorno avergonzante para todos los presentes. El testigo continuó respondiendo a la requisitoria de la Fiscal y el testimonio se tornó totalmente incoherente e inútil. Dijo que “Moratti era un todo terreno, que sabía, que había sido Director de Catastro Municipal durante la gestión de Julio Alak, de mucha experiencia y que era muy útil para la DPU”. Sobre Ybarra señaló que era “un agrimensor muy conocedor y muy buen profesional”..

La fuente cerró con un ácido comentario "como la música del compositor ruso que evoca situaciones penosas, lamentable y ridículas".

 

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