viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3866
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Juicio a ex funcionarios de la gestión Bruera: el misterio de los casettes ¿perdidos? y a la espera de una pericia clave


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En el marco de las audiencias del juicio del que habla la política de la ciudad y que tiene en el banquillo a Mariano Bruera y a ex funcionarios de la gestión de su hermano Pablo, por supuestos pedidos de coimas para rezonificar terrenos destinados al Plan Procrear, volvió la controversia sobre los casettes con escuchas realizadas a los imputados por la ex Fiscalía de delitos complejos a cargo del controvertido Fiscal Jorge Paolini.
Como se ha informado, desde el día uno de la audiencia del juicio, el imputado Enrique Angel Sette viene reclamando a través de su abogado que se hagan oír sus tres únicas escuchas registradas, sobre un total de setenta y cuatro. Sette se ha hecho oír repetidas veces porque han trascendido una gran cantidad de escuchas, incluidas algunas que se refieren a él, pero nunca las suyas.
Ningún medio de comunicación ha podido acceder a ellas y en cercanías de las defensas se deslizó la hipótesis de "una mano negra". En ese sentido el abogado de Sette recordó que la gran mayoría de las escuchas fueron transcriptas literalmente al legajo judicial pero que, las de su defendido fueron comentadas, no se registraron. Se sabe que, cuando el Juez de Garantías Raele el 16 de diciembre de 2016 solicitó la detención del ex funcionario, fundó parte del requerimiento en dos escuchas de Sette hablando con Roberto Moreno, una del 19 y otra del 21de mayo.
"¿Por qué, después de tanto tiempo y de 7 jornadas transcurridas del juicio no se pueden conocer las escuchas de Sette?", se preguntó uno de los abogados defensores.
"Esto me hace acordar a lo que en 1918 hizo famoso a LeRoy Robert Ripley (1890-1949) con su célebre comic, Believe it or not, es verdad aunque usted no lo crea", ironizó un observador de las audiencias.
Como se recordará, en el día uno del juicio se dijo que las escuchas originales estaban registradas en casetes y hubo demoras en presentarlas al Tribunal. En el día dos, la Dra. Julia Martinez instructora de la Investigación Penal Preparatoria, ratificó los dichos de la Fiscal Huergo en el sentido de que trabajaba con muchas carencias de medios y que ella misma debió comprar con su propio dinero un grabador solicitando luego el reintegro a la Procuraduría, y que algún otro grabador “le prestó su hermana”. Señaló la escasez de recursos y que el Ministerio Público Fiscal, en ese entonces a cargo de la Dra. María del Carmen Falbo, “no les daba nada”.
"Cuando finalmente aparecieron los casetes, estaban en una caja abierta, todos desordenados y sin rotulación", acotó una fuente de la defensa.
Otro día, la fiscal dijo que no tenían pasacasetes para reproducir los audios y que “debía pasar por la casa por la casa de su mamá para ver si encontraba un pasacasetes” Sette, como la cosa se demoraba, consiguió un viejo y aparatoso pasacasetes, lo llevó durante dos jornadas, pero entonces lo que no aparecía era el casete donde estarían sus escuchas. Ahora se supo que la Fiscal Huergo reclamó alarmada que “un diario había dicho que faltaba el casete” y que el casete nunca se perdió.
De sorpresa en sorpresa, hoy también y poco rato después dijo que ”en realidad las escuchas de Sette no fueron registradas en casetes sino grabadas en CDs”.
"Aunque Ud. no lo crea", ironizó otro observador.
Y como en el juicio sólo se hizo reproducir una escucha de Mariano Bruera, en el ambiente se respiran suspicacias y desconfianza respecto del contenido de los casetes escuchas. En la misma dirección se hizo notar que en sus declaraciones la Dra. Julia Martinez dijo que debió cumplir órdenes del Dr. Paolini con las que “no estaba de acuerdo”. Sumado a ello, también se citan las declaraciones conjuntas de la Dra. Martinez y el Perito Sergio Carriquiriborde que también relató que Paolini le dio “órdenes por escrito” de que le entregara el único CD con la copia espejo del disco rígido de la computadora secuestrada a Moratti.
"Y algo peor aún -se escandalizó un allegado a la defensa- , cuando se le preguntó si al trabajar sobre la computadora de Moratti se habían respetado los protocolos establecidos para custodiar los medios de prueba, se excusó diciendo que la directiva donde se estableció la cadena de custodia recién fue dictada por la Procuración en el 2015 y que las normas ISO que homologan dispositivos y procedimientos que intervienen en este tipo de pericias informáticas datan recién de 2022".
Las mismas fuentes especulando señalan que, si cuando se hizo la pericia, no había una directiva tan taxativa y prescriptiva como la del 2015, ello no significa que el perito estuviera habilitado a no seguir procedimientos sin protocolizarlos a través de la redacción de actas y otras medidas de resguardo. El Dr. Fabian Améndola, ante lo señalado por el perito acerca de que la cadena de custodia se dictó en octubre del 2015 y el informe del peritaje fue de marzo de 2015, le preguntó a Sergio Carriquiriborde si “siquiera había labrado un acta al respeto”. El volvió a afirmar lo mismo, en el 2015 cuando peritamos no estaba establecido un protocolo de procedimientos para la cadena de custodia. Culminando los razonamientos los expertos concluyen que “si lo de Carriquiriborde no es una confesión de cómo se violó la cadena de custodia, se le parece mucho”.
La audiencia recién se retomará el 27 de marzo y las defensas tienen expectativas respecto a un dictamen informático que "confirmaría inexactitudes del perito de la Fiscalía", señalaron.

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