Patricia Bullrich echó a Vicente "Tito" Ventura Barreiro, secretario de Seguridad, quien responde a Cristian Ritondo. A través de sus redes sociales, Bullrich comunicó que Barreiro fue removido de su cargo por "haber intentado interferir en un proceso licitatorio de servicios de comida para el Servicio Penitenciario Federal", y además lo denunció en la Oficina Anticorrupción.

Este movimiento fue interpretado dentro del PRO como una represalia de Bullrich tras su derrota en la disputa por el control del partido en la provincia de Buenos Aires. En su enfrentamiento con Mauricio Macri, Bullrich había apostado fuerte por una alianza con Diego Valenzuela, lo que resultó en una ruptura con Ritondo y la mayoría de los intendentes del PRO.

Por eso, le acabo de pedir la renuncia al secretario de Seguridad, Vicente Ventura Barreiro, por haber intentado interferir en un proceso licitatorio de servicios de comida para el Servicio Penitenciario…

"La ruptura de listas de provincia se cierra el martes, y todos los aliados de Bullrich quedaron fuera", comentaron fuentes cercanas al macrismo. "Desde el primer día sabíamos que Tito no iba a durar mucho", añadieron, reflejando la tensión que ha venido escalando dentro del partido.

En algunos sectores del PRO, aunque se esperaba que Ventura Barreiro fuera removido, la sorpresa vino por la forma en que se llevó a cabo, mediante denuncias de corrupción. Esta estrategia de Bullrich recuerda a la "doctrina Pettovello", donde altos funcionarios son expulsados bajo acusaciones de corrupción por situaciones que competen a su propio ministerio, similar a lo que hizo la ministra de Capital Humano con Pablo de la Torre.

La expulsión de Ventura Barreiro es un claro indicativo de la fractura total entre Bullrich y el macrismo. Legisladores porteños que apoyan a la ministra han comenzado a votar de manera autónoma respecto al bloque liderado por Jorge Macri, alineándose en varias ocasiones con los libertarios, lo que evidencia aún más la creciente división interna.

Este conflicto no solo marca un punto de no retorno en las relaciones entre Bullrich y los líderes del PRO, sino que también abre un nuevo capítulo de incertidumbre y reconfiguración política dentro del partido en la provincia de Buenos Aires, señala el portal InfoPlatense.