jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº3858
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Tolosa y Barrio Norte no quieren ser rehenes del "Muro de Berlín" y este jueves mostrarán a la ciudad el infierno que se viene

*Por Jorge Joury.- El malestar es notorio, a tal punto que próximo jueves 7 de marzo se llevará a cabo un simulacro urbano. “Vamos a hacer una simulación de cómo funcionaría el tránsito con la obra terminada. Allí se podrá apreciar que esto va a ser un infierno y no estamos dispuestos a aceptar ese padecimiento”, se señaló.


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La calle 2, desde Barrio Norte a Tolosa, grita su malestar a través de carteles de protesta. Es el no al cierre del tránsito por esa vía, que no solo coloca a los comerciantes al borde de la quiebra, sino que además plantea serios problemas de circulación que impactarán a futuro en la ciudad. Los vecinos lo califican como “un caso de lesa urbanidad”. A raíz de ello se presentaron ante el juez Adolfo Ziulu, del Juzgado Federal Nº2 de La Plata, con un escrito para que se suspenda la obra del cruce bajo nivel de 1 y 32 en uno de los ingresos estratégicos a la ciudad. Argumentan que además de no cumplir con normas nacionales, provinciales y locales, la obra impactará en la vida social y comercial de la zona. Por ello, organizan para el próximo jueves una medida de corte en el lugar, para demostrar el impacto negativo de la obra.
Pero los vecinos no solo se oponen al proyecto que impulsa el ministerio de Transporte de la Nación, sino que ofrecen como alternativa que se lleve adelante el soterramiento del ingreso del tren Roca a La Plata, una obra que no sólo agilizaría la circulación en los ingresos a la capital bonaerense, sino que abriría el cruce de 14 calles e integraría dos barrios cortados al medio por las vías.
También hay que decir que la queja vecinal llegó al Concejo Deliberante y promete levantar olas. En ese contexto, la edil Lorena Riesgo pidió informes y en los argumentos de esa solicitud hecha al Ejecutivo Comunal manifestó: “La obra del cruce bajo a nivel del ferrocarril Roca con la calle 32, ya ha sido adjudicada mediante la Resolución 954/2017 del ministerio de Transporte y pronto comenzarán las obras. A pesar de ello, el proyecto jamás ha sido presentado en este Concejo para su tratamiento, pese a que  la Ley Orgánica de las Municipalidades así lo establece claramente.”
También advirtió que "la citada norma, en su artículo 27, al legislar las funciones deliberativas municipales, establece en el inciso 2do que corresponde al Concejo Deliberante reglamentar "el trazado, apertura, rectificación, construcción y conservación de calles, caminos, puentes, túneles, plazas y paseos públicos y las delineaciones y niveles en las situaciones no comprendidas en la competencia provincial´”.
Riesgo sostiene que : “Tolosa y Barrio Hipódromo van a quedar divididas, y lo mismo ocurre en la zona de 1 y 38. Lo que pido es que tomen dimensión de lo que van a hacer, pedimos encarecidamente conocer el proyecto y si se han evaluado las consecuencias que van a sufrir estos dos barrios”.
Los vecinos hicieron la presentación al juez Ziulu en la sede del juzgado ubicado frente a Plaza San Martín. Allí se congregaron con un pasacalle con la leyenda “No al pozo de 1 y 32” y carteles que reclaman contra el cierre de la calle 2.
La obra que rechazan es el polémico paso para la avenida 32 por debajo de las vías del Tren Roca, que llega desde Constitución a La Plata. El túnel por debajo de los rieles pretende agilizar uno de los puntos de llegada a la ciudad desde la autopista Buenos Aires - La Plata sorteando la barrera. No obstante, como se trata de un paso para vehículos de gran porte como colectivos de larga distancia, el pozo tendrá 400 metros de largo y siete de profundidad.
Lo que pone a los vecinos al borde de un ataque de nervios, es que el enterramiento de la avenida separará a Tolosa del casco urbano de La Plata. Lo comparan con el "Muro de Berlin" o como la "Zanja de Alsina".
Los pobladores de la zona explican que “lo más preocupante es que va a cortar la circulación de la calle 2. Todo el tránsito se va a correr a calle 4 por lo que aisla terriblemente el barrio y complica el comercio. Otro de los inconvenientes que pone sobre el tapete es que la policía que tiene la comisaría del otro lado de la vía, para cruzar por el bajo a nivel va a tener que dar una vuelta enorme y va a tardar muchísimo”.
En lo que tiene que ver con el impacto negativo sobre el centro de Tolosa, se señaló que afectará a 94 comercios. Pero también enciende las alarmas sobre el cruce de cerca de 4.000 alumnos que asisten a los 16 edificios escolares a uno y otro lado de la avenida 32, y un número similar de chicos que practican deportes y realizan actividades en siete clubes de barrio.
Pero además se advierte la obra tendrá un impacto ecológico significativo, ya que desaparecerán cuatro cuadras de la rambla de la avenida 32 que tiene cerca de 300 árboles. Se señala que “ los trabajos que se están llevando a cabo hoy en día no cumplen con determinadas condiciones exigidas por la legislación vigente, como por ejemplo el impacto ambiental y la audiencia pública. Lo hemos planteado ante el juez y ahora estamos siguiendo este procedimiento”, añaden los vecinos.
La oposición a la obra viene desde que se presentó en 2016, pero figuraba como parte del proyecto de electrificación que realizó Florencio Randazzo durante el gobierno anterior. Ya con el intendente de Cambiemos, Julio Garro, y Guillermo Dietrich en el Ministerio de Transporte avanzaron con el proyecto y en 2018 realizaron una licitación privada en la que fue asignada a la empresa constructora Eleprin, de Guillermo Weiss, que ya instaló el obrador en 32 y 115. La inversión será de $380 millones y será financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El ingeniero y vecino de Tolosa Carlos Di Gilio  denunció que "por normativa, antes de realizar una obra de esa magnitud debió realizarse un estudio de impacto ambiental que debió darse a conocer a los vecinos. El único que se hizo fue por requisito del BID y fue realizado por la misma empresa que proyectó el bajo nivel”.
Pero además, por la Ley Orgánica de Municipios la obra debió ser aprobada por el Concejo Deliberante. Eso no ocurrió. Y encima denuncian que al menos dos ordenanzas serán violentadas: la 9880, de patrimonio histórico, y la 7811, que regula el uso del suelo.
Los vecinos de Tolosa en la presentación judicial ante Ziulu, también reclamaron el soterramiento del ingreso del tren a la capital bonaerense. Esa obra ya fue proyectada en 1998 y en 2007, pero nunca se llevó a cabo.  Los vecinos ven como posibilidad que el tren entre a La Plata en forma soterrada, que es una medida que va a ayudar la circulación y mejorar la vida de los habitantes de la ciudad entre Tolosa y la Estación La Plata de 1 y 44. Creen que esa obra aportará la solución final al problema y no será un parche como el proyecto actual.
Si el tren ingresa a la ciudad bajo tierra, permitiría unificar 14 calles transversales a la vía y permitirían circular hacia ambos lados de la línea del ferrocarril.  “El soterramiento de la línea Sarmiento en Capital, a diferencia del paso a nivel en 1 y 32, terminará definitivamente con las barreras físicas que dividen la ciudad, lo que implica la plena desaparición de los accidentes con peatones y automóviles en las vías y la agilización del tránsito”, explicó el ingeniero Carlos Di Gilio.
También se apuntó que “el soterramiento que piden los vecinos es a cielo abierto. La distancia entre Tolosa y la Estación de La Plata son 1600 metros y con esa obra no se cortaría el tránsito. La obra de bajo nivel que está proyectada van a ser dos túneles de 400 metros para ambas manos, es decir que sumando los dos túneles es la mitad de la distancia”.
Para los vecinos,  "el paso bajo nivel es dinero mal empleado. Implicará gastar dinero para entorpecer la vida de los ciudadanos. Por eso proponemos el soterramiento, que implica el mismo costo con muchos más beneficios. Lo obvio, es que la barrera de 1 y 32 ya no existiría".
“Nos gustaría una decisión democrática, con consenso social a través de una audiencia pública para evaluar las condiciones técnicas, ferroviarias y de financiación de esta obra inviable que va a entorpecer e impactar negativamente en la ciudad", comentó el arquitecto y docente Gustavo Cremaschi
El soterramiento además revalorizaría, las propiedades, ya que integraría el barrio de Tolosa, pero también la zona del Hipódromo. Ambas franjas se encuentran cortadas al medio por la vía. Además se hace hincapié en que resolvería el tránsito por avenida 1 de policías y ambulancias; eliminaría los pasos peatonales a nivel, conservaría el patrimonio y mantendría el verde. Incluso los comercios se verían beneficiados.
Con la instalación del obrador de la empresa Eleprin, los vecinos que se agrupan en una Comisión pro soterramiento del Tren Roca, pusieron en marcha una campaña con carteles con la consigna “No al corte de calle 2”, que  aparecieron en las puertas de los comercios y los frentistas comenzaron a reunirse para organizar volanteadas y acciones de concientización.
El  malestar es notorio, a tal punto que  próximo jueves 7 de marzo se llevará a cabo un simulacro urbano. “Vamos a hacer una simulación de cómo funcionaría el tránsito con la obra terminada. Allí se podrá apreciar que esto va a ser un infierno y no estamos dispuestos a aceptar ese padecimiento”, se señaló. Los alertas se basan en que la obra derivará a calle 4 todo el tránsito de  2 y el tope que implica hoy la barrera del tren será trasladado a esa arteria, donde se planea instalar un semáforo. "Necesitamos que el intendente Garro se ponga al hombro nuestro reclamo y que pida que se forme una comisión de notables para medir el impacto de la obra, caso contrario no vamos a bajar los brazos. Queremos una obra definitiva que integre a la ciudad, no un parche que no sirve para nada".
 
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata . Su correo electrónico es [email protected].    

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